Los participantes en el Congreso Internacional de Educación Emocional y Bienestar desarrollado en la Universidad Simón Bolívar, coincidieron en la necesidad de sensibilizar a los gobiernos sobre el impacto de la educación emocional para resolver conflictos, mejorar los elevados índices de ansiedad, depresión, estrés, consumo de drogas, violencia intrafamiliar y suicidios.
Para los especialistas las personas implicadas en las políticas públicas deben tomar conciencia de que la mayoría de estos problemas que aquejan a la sociedad, en especial a los jóvenes, van a afectar cada vez a más personas sino se le pone remedio.
Remberto de la Hoz, director de Bienestar Universitario de Unisimón, aseguró que esta temática responde a la situación actual en términos de las problemáticas de salud mental que se han presentado especialmente en la población de niños, jóvenes y adolescentes y en segundo lugar a la necesidad de adquirir herramientas desde diversas perspectivas que permitan abordar estas problemáticas y seguir avanzando en las estrategias que se han planteado.
El español Rafael Bisquerra, reconocido experto internacional en Educación Emocional asegura que “se trata de un proceso educativo que tiene como objetivo el desarrollo de competencias emocionales como la consciencia emocional con la regulación emocional para que de la ira y el enojo no derive violencia; la autonomía emocional para no sentirnos seriamente afectados por las crisis, las presiones y a veces las provocaciones de un entorno; la capacidad para mantener buenas relaciones con otras personas y la capacidad para construir el bienestar”.
Para el catedrático e investigador español, Miguel Ángel Santos Guerra, considerado como un referente de la evaluación docente en el mundo “educar no es solo una forma de ganarse la vida es una forma de ganar la vida de los otros. La educación es la forma de solucionar los problemas más importantes que tiene una sociedad”, anotó.
Ana María Aljure, gerente de ciudad del Distrito de Barranquilla, participó en el congreso dando a conocer las políticas y estrategias gubernamentales a través de una cátedra llamada Educación Emocional para preparar a los jóvenes hacia los grandes retos del mundo y que” así puedan afrontar sus emociones con seguridad y fortaleza”.
Arnaldo Canales, director de la Fundación Liderazgo Chile y coordinador del congreso, manifiesta que con la educación emocional se busca cómo lidiar con un mundo emocional que ha sido desatendido por una educación. Aquí se aborda esa dimensión que muchas veces “no hemos tomado en cuenta y finalmente repercute en todos los problemas de salud mental que hoy en día estamos viviendo en el mundo”.
El evento contó con el respaldo del Ministerio de Educación Nacional y la Alcaldía de Barranquilla.
Fuente: Universidad Simón Bolívar