Ayer cuando finalizaba la tarde, y precisamente, a la misma hora del vendaval lunes, en un abrir y cerrar de ojos el cielo se encapotó rápidamente sobre el departamento del Atlántico y se desató de nuevo una tormenta.
Nuestras gentes se llenaron de miedo ante la contingencia de que se repitiera otro fenómeno atmosférico como el de hace cuatro días, cuyos estragos todavía están inventariando nuestras autoridades y organismos de socoro.
Las redes sociales se inundaron de imágenes y videos desde todos los barrios de Barranquilla y municipios con testimonios del aguacerazo que caía en ese momento.
Ya estábamos advertidos por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), que al menos habrían fuertes precipitaciones en la zona en lo que faltaba de la semana.
Esta vez y por segunda ocasión en la misma semana un vuelo es afectado por la turbulencia presentada al intentan aterrizar en el aeropuerto Ernesto Cortissoz.
Esta vez fue el vuelo 4136 de la empresa LATAM que cubría la ruta Bogotá – Barranquilla, que tuvo que ser desviado hacia Cartagena.
Ante esta realidad del cambio climático global las autoridades emiten una serie de recomendaciones cuando parezca asomarse un vendaval o un fenómeno similar:
- Evitar, esperar o estacionarse durante largos periodos debajo de árboles.
– Evitar conducir por canales que concentren agua, mejor aparcar en una zona libre de riesgo.
– En caso de construcciones, despejar techos de materiales que puedan ser arrastrados al suelo.
– Siempre manejar con las luces de parqueo encendidas para una mejor visión en medio de las lluvias.
– No arriesgarse a intentar cruzar corrientes de agua.
– Cerrar ventanas y retirar objetos que puedan ser arrastrados por los vientos.