Así era Barranquilla en 1966

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Por: Jaime Rueda Domínguez

Era otra época, otra ciudad, otras costumbres, otro modo de ser del barranquillero. Les voy a contar todos los recuerdos como vayan llegando a mi memoria, de un año que yo viví. Y obviamente, mi estilo y mis nostalgias son consecuentes con el ámbito social donde me crié y a donde me llevaban mis padres. Otras anécdotas las he investigado.

Lo primero, el número del teléfono de mi casa (ahora le dicen fijo) 40789. El aparato era de la Ericsson color negro de baquelita, de 5 dígitos y pertenecía a la Planta Estadio de la EMT, en la calle 74 con Kra 46 esquina frente a la Droguería Nueva York.

Los servicios públicos los manejaba las Empresas Públicas Municipales (EPM), que prestaban los servicios de acueducto, aseo y alcantarillado, mercados, matadero y Zoológico; la energía, la Electrificadora del Atlántico y la telefonía, la Empresa Municipal de Teléfonos. Por cierto que los postes de la EMT eran de madera de color marrón; a un costado de mi casa había uno.

Barranquilla sólo tenía un botadero de basuras a cielo abierto en el barrio Las Flores, muy cerca al río. Siempre escuché que era una verdadera bomba de tiempo, por la acumulación de gases en las montañas de desperdicios, más los lixiviados que corrían por el sector. Afortunadamente, una de las primeras decisiones que tomó en 1992 la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla (Triple A) fue cerrarlo para siempre.

En la parte más alta de la calle 74 con Kra 38 estaba el tanque metálico de Las Delicias que abastecía de agua a los barrios del norte. Después, lo hicieron de cemento.

Cuando nace en Barranquilla la empresa Gases del Caribe, empieza produciendo gas licuado de petróleo en cilindros, para cubrir paulatinamente las grandes necesidades de combustible que había en la región Caribe.

La estufas eran eléctricas, de cilindros de gas propano o de petroleo; estas últimas se compraban en el Bazar Central en la Kra 41 con Paseo Bolívar. El servicio de gas natural domiciliario comenzó en 1977.

890, el número del Apartado Aéreo de Avianca de mi papá en el Paseo Bolívar. Después, lo trasladaron a la 72 con 58. El teléfono de su oficina en la Cafetería Almendra Tropical 60061, y 818.236, su cédula. La doy porque el viejo falleció en 2000. Su cuenta corriente del Banco de Bogotá 170-01656-2. El teléfono de mi abuelita 11864.

En 1966  desde el viejo aeropuerto de Soledad del barrio El Libertador, la compañía barranquillera Aerovías Cóndor de Colombia, Aerocóndor,  llegó a cubrir 28 destinos, entre estos Miami. Una crisis financiera la obligó a cerrar operaciones en 1977.

Había carteros de Avianca que traían en bicicleta las cartas y la correspondencia; la Internet y el WhatsApp las acabaron. No existían empresas de mensajería tan organizadas como hoy. También, las tarjetas virtuales acabaron con las tarjetas de Navidad físicas.

Dos empresas lácteas, Ciledco (barrio Lucero) y Coolechera (Las Nieves) traían hasta la puerta de la casa las botellas de leche en envase de vidrio y tapa de aluminio, con la fecha del día en alto relieve. Había una tercera, Polar (en la calle 68 con 32, hoy una Olímpica) pero no prestaba este servicio. La botellas de Ciledco en letras rojas decían: “Leche pura homogeneizada y pasteurizada”.

El señor López, el inyectólogo más conocido y temido del norte; le conocía el trasero a media Barranquilla. Mientras pasaba en su moto “Lambretta” de los 60, todos le gritábamos “puyanalga” y respondía con una sonora mentada de madre. También inyectaba la señora Inés Segura.

Las tiendas más conocidas del barrio El Porvenir, sector donde me crié: La Gloria, Tequendama, Santa Marta de don Moisés Díaz, La Bodeguita de don Pablo, 3 de mayo, La Cuchilla, Panadería La Gitana, Casa Blanca Grocery, El Porvenir y un garajito sin nombre frente a esta última por la calle 76 .

En 1966 el rector fundador la Universidad Simón Bolívar, José Consuegra Higgins, edita el primer ejemplar de la Revista Desarrollo Indoamericano.

Los kindergártenes más cercanos a mi casa, el Santa Elena (en la 45 con 76) de la “seño” Carmen Hernández y el colegio Marujita (en la 48 con 75).

Entre 1963 y 1968, el arquitecto Elberto González Rubio ocupó la rectoría de la Universidad del Atlántico. Su familia donó a la U ‘El Pájaro madrugador,’ que el artista barranquillero Ángel Loochkartt pintó sobre una de las paredes de su residencia y desde 2016 se halla en el vestíbulo del auditorio principal del campus.

Lo domingos se compraban las frutas, verduras y hortalizas, en el Mercadito de Boston.

La Kra 46 (Olaya Herrera) desde la calle 30 estaba iluminada con unas lámparas metálicas verticales de color verde en forma de candelabros. En el Museo Romántico se conservaba una.

Imagen cortesía de “Recorriendo mi Barranquilla”.

Desde 1946, Pradomar era el balneario “puppy” de los barranquilleros; llegar hasta el muelle y caminarlo formaba parte del paseo. Una postal de la época decía en la parte superior: Balneario Pradomar, Puerto Colombia, Sucursal del Hotel del Prado, Barranquilla”. Y en el parte de abajo en inglés: “Pradomar Beach Club near Barranquilla, Propietor Hotel del Prado”. Siempre me llamaron la atención las empinadísimas palmeras africanas de Pradomar, como las que habían en el Chop Suey o ahora en el bulevar de Villa Country.

Pradomar era el balneario privado donde el Hotel El Prado llevaba a sus turistas.

Sobre la Kra 43 entre la 72 y 74 vendían un tutifruti exquisito frente a un parqueadero con piso de tierra.

En las tiendas empezaron a venderse los  refrescos Sandi, en envase de vidrio y en bolsitas plásticas para congelar; así nació “el boli”.

La Caterpillar tenía su sala de exhibición a cielo abierto en la esquina de la calle 73 con 41C. Desde entonces, los barranquilleros a estos equipos de construcción los llamamos “catapila”. Allí funciona desde 1973 la Olímpica de la 73.

La alcaldía ratifica que el futuro Teatro Municipal se llamará Amira de la Rosa.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día ya estaba en la Kra 43 # 70-206, lo mismo que la Iglesia Bautista Central en la calle 47 con 44 esquina…y hasta el día de hoy.

En nuestras casas teníamos radiolas o tocadiscos, generalmente marca Philips, con tubos y aguja de diamante para escuchar los discos en 33, 45 y 78 r.p.m. (revoluciones por minuto). Se compraban en Murcia o en SEARS.

Muebles Barranquilla, de Jaime Argüello, era el gran proveedor de muebles de madera de almacén SEARS.

El Saint Mery School era uno de los colegios femeninos más prestigiosos de Barranquilla. En la carátula del larga duración “Los cantos vallenatos de Escalona”, aparece el maestro Rafael a un costado del plantel por la Kra 51B, donde hay un bus estacionado con los colores azul y rojo distintivos de este colegio.

Alejandro Portacio, un veterano voceador de prensa, desde la década del 30 vendía, principalmente, ediciones antiquísimas de El Heraldo y La Prensa. Siempre estaba en su puesto en la Esquina del Cañón Verde en el Paseo Bolívar con Progreso.

No había rejas en el frente de nuestras residencias ni en la puerta principal. Vivíamos en una ciudad segura hasta finalizar los 60.

En la Kra 54 entre 72 y 74 engalanaba el sector el edificio de dos pisos, Franklin Delano Roosevelt, con sus toldos o parasoles de lona. Fue vendido y demolido para construir en 1979 la torre de 19 pisos Centro Ejecutivo, conocida como Miss Universo, hoy en pasmoso deterioro.

Sobre el bulevar norte del barrio El Prado, hoy Kra 54, estaba el Edificio Franklin Delano Roosevelt.

La 76 era una calle residencial de doble vía, desde el Seminario hasta la Vía 40.

La estaciones de gasolina o “bombas”, pertenecían a las multinacionales Esso, Mobil, Texaco y Shell.

Sobre 20 de julio con la calle 70, muy cerca de El Merendero, estaba la Clínica de Los Angeles con servicio de maternidad. Desde el 63 funcionaba la Clínica La Asunción.

Las damas elegantes viajaban con “neceser“, un estuche rectangular de mano donde las mujeres guardaban sus utensilios de higiene y tocador. Era como un botiquín de primeros auxilios para la belleza.

En el Teatro Colombia, en San Blas con Progreso, veíamos en blanco y negro, antes de comenzar las películas, el noticiario de la UFA ‘El mundo al instante’. Duraba máximo 10 minutos. Tenía tres secciones: Reflejos del mundo, Reportajes y Vida deportiva. Los espectadores gritábamos  los goles “trasnochados” que Pelé marcaba con el Santos o la Selección Brasil.

A mitad de año almacenes Ley celebraba su aniversario con la campaña “Don Julio en el Ley”. También, SEARS se ideó “El gerente se fue de vaca”, con grandes promociones.

Restaurantes más conocidos de la época, entre otros, El Merendero (de Urbano Medina), El Fogón Gaucho, Tasca La Silla Coja, el Chop Suey, el Chow Mein, Brandes (de la ciudadana alemana Erna Brandes).  Steak House (fundado en 1960 por el chef francés Ernest Reiss van Leuven), el ABC (de Urbano Salgado), Los Cámbulos, Trípoli y El pez que fuma.

En lo familiar, para enseñarnos a ahorrar, mi padre nos abrió cuentas en el Banco de Bogotá, sucursal principal Paseo Bolívar. El banco nos dio unas alcancías monederas, metálicas cromadas que eran de su propiedad, y en diciembre las llevábamos para abrirlas y lo que había se consignaba.

Mi Vaquita

Queremos dedicarle esta nota aparte. En aras de la verdad, primero fue el restaurante El Merendero, fundado por Urbano Medina en 1960, con sus kioskos de paja al aire libre. Mi Vaquita nace en 1964, con el mismo formato y hasta con un salón de eventos con aire acondicionado: “Torito”. Mi Vaquita fue prácticamente una replica y competencia directa de El Merendero, con la gran diferencia que este último sigue sigue abierto y siempre ha sido de la familia Medina Zuleta. Mi Vaquita quedaba a pocos metros de la calle 72 subiendo por la carrera 46 acera sur, al lado del Cine Doña Maruja y a un costado del parque y estadio de basquetbol Tomás Surí Salcedo. En la esquina estaba el Chop Suey. Su propietario y fundador, José ‘Pepe’ Bejman Himelfarb. De ubicación estratégica. Los domingos una vez terminaban los partidos de Junior en el Municipal, muchas familias terminaban el fin de semana cenando en sus kioskos. En la carta se destacaban la punta gorda, el arroz a la valenciana, la sobrebarriga, el arroz de lisa, arroz con coco, la sopa de mondongo y de zaragoza con paticas de cerdo, hasta llegar a 48 platos. Por cierto, que el primero que llamó “punta gorda” a la punta de anca fue Jaime Díaz, quien iniciaba restaurantes, los acreditaba y luego los vendía. Dos de sus últimos negocios, Brasas del Brasil y Pancho Parrilla. Mi Vaquita llegó a ser tan popular que el compositor soledeño, Efraín Orozco Araújo, autor de El mochilón, le hizo un porro que grabó la orquesta del maestro Pacho Galán, interpretada por Efraín Martínez, disponible en YouTube. Se hizo un disco en 45 r.p.m. que Pepe Bejman obsequiaba entre sus comensales. Se asegura que Orozco creó el slogan: “Restaurante Mi Vaquita, el lugar de su cita” (cuando la publicidad era rimada).

En su época de oro en La Voz de la Patria, Marcos Pérez leía la propaganda de Mi Vaquita, que tenía servicio a domicilio. Los pedidos llegaban en un vehículo con un claxon peculiar, el mugido de una vaca. Además, atendía banquetes empresariales. La fama del restaurante trascendió internacionalmente hasta el punto de ser mencionado en la novela francesa ‘Duelo en Barranquilla’, de Gerard de Villiers. Mi Vaquita fue cerrado en los 80.

Más recuerdos del 66

Se tomaba la Nutrimalta una bebida no alcohólica producida por Cervecería Águila; marca expirada en Colombia.

Hablando de comidas, cómo dejar por fuera al vendedor de mini tamalitos que se apostaba a la entrada del colegio San José con sus envueltos dentro de un galón de Aceite Vivi.

Emidela (Emiliani de la Rosa) revelaba las mejores fotografías en blanco y negro en la Kra 41 con calle 40 (Progreso con Santander). La publicidad radial la grababa Tomás Emilio Alba (Pititoche): “Emidela, frente al edificio OK. Y recuerde que si Emidela no cumple, usted no paga”. Quedaba al lado de la Floristería Barranquilla.

Las mejores fotos sociales, especialmente las foto-estudio de matrimonios las hacía Foto Tepedino, del ciudadano italiano Domingo Tepedino, con su slogan “la casa de los retratos perfectos”.  Las parejas salían de la iglesia luego de casarse a hacerse la foto para enmarcarla y empezar así la historia familiar…después comenzaba la fiesta. Las más conocidas eran Foto Tepedino, Foto Leo (de la familia de Marta Luz Vásquez, Reina del Carnaval 67) y Emidela.

En las empresas, las secretarias eran mecanotaquígrafas (sabían taquigrafía); se usaba el mimeógrafo y el papel carbón para sacar copias (no habían llegado las fotocopiadoras), por mucho tiempo se utilizaron las calculadoras Monroe y se escribía en maquinas mecánicas o de tipógrafo.

La tarjetas de presentación, primeras comuniones, matrimonios, grados, etc, las hacían las tipografías del Centro, como la de Amílcar Pertuz en la calle San Juan con Progreso donde mi hicieron mis tarjetas de bachiller en 1971.

La Vía 40 era un hervidero de industrias: Peldar (terreno que ocupa hoy el Puerta de Oro Centro de Eventos), Celanese, Cartón de Colombia, Aluminio Reynolds, Vanylon, Cementos del Caribe, Café Universal, Discos Tropical, Steckerl Aceros e Inducol.

Cuando todavía vivía en el barrio El Rosario Esther Forero, compone y graba su Palito ‘e matarratón, el mismo que el Inderena le trasplantó al mudarse a El Silencio.

Entre 1966 y 1967, Roberto Gerlein Echeverría fue Secretario de Hacienda del Atlántico.

En ese año no habían llegado masivamente las pizzerías a Barranquilla, que popularizó en 1977 la película Fiebre de sábado por la noche, con John Travolta.

Madame Elegance de Amparo Buitrago de Cadena y madre de Tey Cadena, Reinal del Carnaval 79, vestía a las mujeres elegantes. Quedaba a una cuadra del Hotel Majestic.

Grilles de la época, el Jimmy Lounge, el Toro sentado y el Caroni, todos en el barrio El Prado.

Alfredo de la Espriella presenta en el Teatro Metro su comedia “Las viudas modernas ” a $20 la entrada.

El empresario Julio Mario Santo Domingo le vende a Bavaria las instalaciones, equipos y maquinaria de la Cervecería Barranquilla y Bolívar.

En 1966, es reestructurada la Cámara de Comercio de Barranquilla y sus estatutos se actualizaron de acuerdo con el desarrollo económico y social de la ciudad.

Las mujeres usaban medias veladas, los hombres mancornas (en otras partes dicen mancuernas) y pisa corbata, y los niños, cargadores o tirantes con corbatín.

Un grupo de amantes del idioma francés funda la Alianza Francesa, con el apoyo de la Alcaldía Municipal y de la Embajada.

En la Kra 43 con 75, el almacén Hobby (tienda de mascotas acuáticas) a media cuadra del Seminario, con sus peces ornamentales de agua dulce y acuarios.

Los aires acondicionados, en casas y oficinas, eran de ventana y en su mayoría marca Inducol y Móseres, industria barranquillera fundada por el padre del exalcalde Raúl Móseres Pérez.

El Seminario San Luis Beltrán, en la calle 75B con 42F, ocupaba un gran rectángulo hasta la calle 79; tenía una cancha de fútbol de arena. Gran parte del terreno fue urbanizado y nació la calle 76 en ese tramo.

Como todavía no se había empezado la Vía al Mar (1974) sólo se podía ir a Cartagena por La Cordialidad, la carretera más peligrosa del Atlántico, por lo estrecha y la gran cantidad de curvas que siempre ha tenido. Uno tardaba más de dos horas en llegar al “Corralito de piedra”.

Y como tampoco habían construido el primer puente Pumarejo (1974) para ir al Rodadero, obligatoriamente tocaba cruzar el río en uno de los cuatro ferris autorizados para prestar el servicio a vehículos particulares, buses y camiones, travesía que demoraba 35 minutos. Y luego al regreso por la noche la ola “infernal” de mosquitos.

En la esquina de la carrera 50 con cale 82 residía la familia Niño Montoya, casa de don Miguel A. Niño, su único propietario.

Aunque todavía se usaba la batea con el manduco y la bola de jabón Tusica, SEARS vendían las primeras lavadoras Hoover con rodillo manual para exprimir la ropa.

Las mujeres le tenían pánico a la loca Gloria, por corretearlas, pegarles o tirarles piedras. Generalmente vagaba por el Centro.

Carlos Dieppa (el abuelo de Paulina Vega Dieppa, nuestra Miss Universo 2014) tenía el concesionario de autos más famoso de Barranquilla, de las marcas Ford y Mercury, en la Kra 43 con calle 63, hoy Combarranquilla Boston. A la entrada se instalaba el palco presidencial donde el jefe del estado de turno apreciaba la Batalla de Flores, cuando bajaba por 20 de Julio. Allí se acomodó el Presidente Carlos Lleras Restrepo en 1968 y 1970. Todos teníamos que ver con el Ford blanco Thunderbird Convertible 1957 del señor Dieppa, al pasar por cualquier calle.

El Country Club, fundado en 1926, tenía en la calle 76 su sede social y deportiva con inmensos campos de golf y sus 18 hoyos.  A finales de los 70 comenzó la venta de los terrenos surgiendo los barrios El Golf, Villa Country la extensión de Alto Prado que ya existía. Por muchos años su vecino por la 76 fue la mansión de la familia Graubard Domínguez, de don Adolfo Graubard uno de los patrocinadores del Club Sporting entre 1950 y 1953.

Al frente del Zoológico estaba su director y fundador, Ricardo Tinoco, quien vivía en la esquina de la calle 76 con Kra 43B, en la misma casa donde residió Eduardo Vilá el administrador de La Cueva. Su hijo, Eduardo, pasó por el colegio San José.

La sucursal principal del Banco de Bogotá todavía quedaba a mitad de cuadra del Paseo Bolivar entre 20 de Julio y Cuartel.

Nerón (un chimpancé), Mariela (una marimonda albina), Kaizer (un perro criollo) y Simba (un león) eran los animales más famosos del Zoológico.

Gerenciaba la Zona Franca su fundador, Julio Gerlein Comelín, quien residía sobre el bulevar de Los Fundadores al lado de Gases del Caribe.

Julio Gerlein Comelín (1902-1986).

El escritor y periodista, Alvaro Cepeda Samudio, dirigía el Diario del Caribe que circuló durante 33 años y empezó a salir los domingos primero que El Heraldo.

A los 81 años muere en Barranquilla el escritor y literato José Félix Fuenmayor. Nació el 7 de abril de 1885. Sus novelas más reconocidas: “Cosme” y “La Muerte en la Calle”. Fue uno de los fundadores del Grupo de Barranquilla.

Todas las madrugadas bajaba por la calle 76 y pasaba por la puerta de mi casa una carretilla con una familia de basuriegos, reconocidos Anapistas militantes del partido que fundó el exdictador Gustavo Rojas Pinilla. Al cabeza de familia se le conocía como “Rojas Pinilla” y llevaba la bandera azul, blanco y rojo de la Anapo.

También de madrugada y mientras dormíamos, pasaban los “serenos” de la Jaar, se detenían en cada vivienda que pagaba mensualmente un servicio de celaduría nocturna y pitaban. Con eso avisaban que estaban vigilando la cuadra. Creemos que no llevaban armas de fuego sino un bolillo de madera. Uno de los edificios más bonitos del Centro era el de la Jaar en la calle 37 # 41-32.

En los 60 donde está el Gran Centro (Kra 53 con 70 esquina9, había una clínica pediátrica diagonal a la residencia de la familia Carbó, que atendía el médico cartagenero Libardo Diago Guerrero.

En 1966 llevaba cuatro años circulando mensualmente la revista Barranquilla Gráfica, fundada en marzo de 1962 por Raúl de la Espriella y dirigida por Alfredo de la Espriella. La publicación dejó de circular a mediados de los 70. Los archivos fueron donados a la Universidad del Litoral. Hoy la empresa es Espriellabe Impresores & Asociados Ltda.

Alci Acosta gana en Cannes el Premio Mercado Internacional del Disco MIDEM, como el cantante más vendedor de Francia, galardón que compartió con “monstruos” de la época como Elvis Presley, Tom Jones, Javier Solís y Raphael.

Los raspaos callejeros solo se conseguían de cola y tamarindo en cucurucho de papel parafinado. Después llegaron los vasos desechables y nuevas esencias.

En 1966 mi madre nos llevaba al Mercado Público de la 30. Veía a los bogas remando vigorosamente en sus canoas de madera para abrirse paso en medio del caño hasta llegar a la vieja edificación construida en la década de 1880. Le compraba las frutas, verduras y hortalizas a una señora a quien llamaban “la mona”. Y también llegábamos al Mercado de Granos (1913) para comprarle al “Indio Zabaraín” plantas medicinales y menjurjes.

Salen al mercado las máquinas de coser de pedal Laika, de la estadounidense Singer; rindiendo tributo a la primera perrita rusa que fue al espacio en la nave soviética Sputnik 2 en 1957.

Cumple 30 años el Terminal Marítimo y Fluvial de Barranquilla, en servicio desde el 13 de diciembre de 1936 y administrado por la empresa Puertos de Colombia (Colpuertos) hasta el 31 de diciembre de 1990, cuando nace la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla.

Cronológicamente

El 8 de enero de 1966, Lucy Abuchaibe, Reina del Carnaval de Barranquilla 1965, se convierte en la primera mujer en ocupar la presidencia de la Junta del Carnaval.

En enero inicia operaciones la empresas Aerovías de la Costa (Aerocosta) fundada por Luis Carlos Donado Velilla. El primer avión fue matriculado como HK-792. Operaba también vuelos chárter a Miami y luego estableció servicios regulares a San Andrés. La compañía dejó de volar en 1976.

El 24 de enero, se constituye la Universidad del Norte como centro de educación superior, iniciando labores académicas el 11 de julio con cincuenta y ocho estudiantes y diez profesores, para los ciclos básicos de Administración de empresas e ingeniería. Su primera sede (alquilada) quedó en la Kra 53 No. 82-135, siendo su primer rector Julio Muvdi Abufhele.

Fernando Tepedino-Bassi asegura que fue el primer estudiante matriculado. Por primera vez se utilizan busetas para el transporte urbano, con una ruta única que  llegaba hasta el Km cinco vía a Puerto. Evocando sus inicios la Universidad abrió en 2012 en el campus, el Restaurante 1966 en el Bloque F 2do piso.

El 20 de febrero de 1966, Domingo de Carnaval, fútbol en el Municipal. La Reina Josefina González Armenta (prima de Julia Carolina De La Rosa Valiente, Reina en 1999) hace el saque de honor ante un estadio lleno hasta las banderas; al juez chileno Mario Canessa lo “embarrutaron” de Maizena.

Casetas de baile muy seguras y conocidas en el 66: Mi Kioskito, de Víctor Reyes, donde por muchos años tocaron la orquesta de Rufo Garrido y La Sonora Dinamita de Lucho Argaín y Los Corraleros de Majagual. El Veracruz, donde debutó la Billo’s Caracas Boys en 1964. La Matecaña, con su eterno animador, Sady Riojas y su famosa frase: “Si te invitan a Matecaña cógele la caña”. El Jardín Águila, La Tremenda, El Toro Sentao y El Hotel El Prado.

En ese Carnaval, la familia Díaz-Granados, mis vecinos de enfrente, me invitó a desfilar con la Danza del Garabato del Country. Recorrimos las calles del Centro y terminamos cenando bistec a caballo en la Heladería Americana de San Blas. A mi mamá le encantaba el helado Banana Split.

Esther Forero y Alfredo de la Espriella impulsan un festival con los grupos musicales que asistían al Carnaval. El Festival de Orquestas como tal, nace en 1969 por iniciativa de Arturo López Viñas, su gestor.

En la Batalla de Flores desfila por primera vez el disfraz-comparsa Las Negritas Puloy, creado en Ciénaga e inspirado en el Polvo Limpiador Puloil, el primer gran producto de limpieza.

Waldrido Pérez (Wari) el famoso Cantinflas del Carnaval, trabajaba en la Almendra Tropical y era compadre de mi papá.

Waldrido Pérez, el primer Cantinflas del Carnaval.

A propósito, los dos periódicos más influentes de Barranquilla, El Heraldo y el Diario del Caribe, no circulaban el Domingo, Lunes ni Martes de Carnaval, y reaparecían el Miércoles de Ceniza con una edición gigante cargada de noticias y fotografía alusivas a la fiesta.

El locutor nortesantandereano, Carlos Fernández Garay, radicado hasta su muerte en Barranquilla, hacía durante el precarnaval El Boletín del Carnaval por la vieja emisora Atlántico en el Paseo Bolívar. Su tema de identificación el porro Borrachera, de Lucho Bermúdez, versión de la orquesta argentina de Eduardo Armani. Tenía su frase de combate: “El perro que llora y el niño que ladra”.

Febrero de 1950, Estadio Municipal. Carlos Fernandez Garay y Juancho Illera Palacio, dueños de la sintonía por Emisora Atlántico. Foto cortesía Carlos Fernández Garay.

El  26 de febrero, en la avenida Olaya Herrera entre la 70 y 72, frente al parque Surí Salcedo, nace La Troja, de “De Edwin “Guayacán” Madera. Comenzó como un bohío de madera y techo de paja y en poco tiempo se convirtió uno de los estaderos más concurridos y preferidos por los salsómanos barranquilleros.

El 1 de marzo inicia labores académicas el Liceo de Cervantes, de la orden de San Agustín, fundado el 19 de junio de 1965.

El 11 de abril en el Teatro de Bellas Artes recibieron las Medallas del Civismo y del Mérito, de la Sociedad de Mejoras Públicas, Emma Tovar Vda. de Buitrago, Rafael Salcedo Villareal, Amelia Segrera de Puccini y Pedro Rojas Gastelbondo. El discurso de orden estuvo a cargo de don Luis Carlos Reyes, miembro de la Junta Directiva de la SMP.

El 12 de abril, mediante el Decreto # 172 de 1966,  firmado por el alcalde Saúl Pertuz Jimeno, la Alcaldía Municipal “acoge a la ciudad de Tampa, Florida, Estados Unidos, como ciudad hermana de Barranquilla”, para intensificar aún más los vínculos de amistad entre las dos urbes. Don Elías Chegwin, el hombre cívico de Barranquilla, apoyó la iniciativa e integró el grupo de ciudadanos que conformó el comité de enlace con la nueva ciudad hermana.

El 16 de abril de 1966 nace en Barranquilla, Alejandro Char Chaljub, tres veces alcalde de la ciudad.

El 29 de abril, Concierto de Música Religiosa en el Teatro de Bellas Artes, ofrecido por la Orquesta Filarmónica de Barranquilla.

El 11 de junio, el Gobernador del Atlántico, Ernesto McCausland, clausuró la Universidad Libre ante graves desórdenes callejeros protagonizados por sus estudiantes.

En junio de 1966 los habitantes del sur claman porque se canalice el arroyo de Rebolo conocido como “el arroyo de la muerte”. En ese mes el puente de Rebolo sufrió graves daños. La solución parcial comenzaría en 1974 durante la presidencia de Alfonso López Michelsen con su Ministro de Obras Públicas, el ingeniero barranquillero Humberto Salcedo Collante.

El 22 de junio en Barrancabermeja, la selección Atlántico con jonrón de Teófilo Gutiérrez,  gana el Campeonato Nacional de Beisbol categoría mayores, al derrotar en nueve entradas a la novena de Bolívar por cinco carreras a cuatro y dejar manilla en mano a su archi rival.

El 18 de julio el Senado de la Republica cede a título gratuito al Comité de la Liga Antituberculosa Colombiana, Seccional del Atlántico, un inmueble que la Nación posee en Barranquilla, para la construcción de establecimientos para la Campaña Antituberculosa Infantil.

Según la Ley 25 del 3 de agosto de 1966, “por la cual se honra la memoria de Laureano Gómez”, ordena en su  Artículo 5º.: “El puente que se construirá en la carretera que va de Barranquilla a Santa Marta sobre el río Magdalena, se denominará Puente Laureano Gómez”.

El 5 de agosto, dos días antes del final de su mandato, el Presidente Guillermo León Valencia, firma el primer contrato para la construcción del puente Pumarejo. Para sorpresa de los barranquilleros, el nuevo jefe del estado, Carlos Lleras Restrepo, lo revoca porque a su juico había inconsistencias técnicas , financieras y legales.

El 17 de agosto de 1966 visitó a Barranquilla el Presidente de Venezuela, Raúl Leoni, quien anteriormente había estado exiliado en la capital del Atlántico en 1931. El alcalde, Saúl Pertuz Jimeno, lo declara “huésped de honor” y le entrega las llaves de la ciudad. Leoni, en demostración de gratitud a “la Puerta de Oro”, dona 500 dólares para construir el Parque República de Venezuela inaugurado en 1967 y remozado en 2019.

La Ley 50 del 12 de septiembre de 1966 en su Artículo 1º. declara que “hay motivos de utilidad pública, e interés social, para la adquisición de los terrenos denominados, La Sierrita, La Ceiba y La Sierra, ubicados en la Ciudad de Barranquilla y que actualmente son objeto de ocupaciones de hecho”.

En septiembre Barranquilla fue designada sede de los juegos universitarios de 1967, que se celebraron en julio de ese año con asistencia de doce universidades.

El 15 de septiembre el Congreso de la República mediante la Ley 53 de 1966, adiciona tres millones de pesos para la terminación del Teatro Municipal. Presidía la Cámara de Representantes el abogado barranquillero, Carlos Daniel Abello Roca.

Del 5 al 8 de octubre se realiza en Barranquilla el Primer Reinado Nacional Universitario,  para celebrar las Bodas de Plata de la Universidad del Atlántico.

El 15 de octubre se inaugura en Barranquilla la Petroquímica del Atlántico, en terrenos del campamento de Las Flores; una inversión privada de $1.000 millones.

El 19 de octubre se constituye la empresa Gases del Caribe  S.A. para la venta de gas propano.

El 11 de noviembre, Martha Luz Vásquez, Señorita Atlántico, es elegida primera princesa en el Teatro Heredia de Cartagena.

El 12 de noviembre se presenta en el Coliseo Cubierto Humberto Perea el músico cubano, Dámaso Pérez Prado, con su ‘show’ Ballet Momo a Go Go y quien venía de actuar en el Reinado Nacional de Belleza de Cartagena.

El 24 de noviembre mediante la Ordenanza # 034 se crea el Colegio Oficial Marco Fidel Suárez, con el nombre del Colegio del barrio La Magdalena.

El 23 de diciembre la Ley 72 de 1966 dictó “algunas disposiciones referentes al impuesto del centavo escolar que por locomoción urbana tiene establecido la ciudad de Barranquilla”. El impuesto a que se refiere la Ley 34 de 1932 se dedicará, exclusivamente, a la adquisición de terrenos para escuelas, construcciones escolares y dotación de los establecimientos respectivos.

El 31 de diciembre sonaba el pito de Cervecería Águila, que retumbaba en toda la ciudad despidiendo el año viejo y dándole la bienvenida al año nuevo. También resonaba cuando había un acontecimiento extraordinario, como al estallar y terminar la Segunda Guerra Mundial, 1939 y 1945;  cuando Avianca se llevó de Barranquilla su sede para Bogotá en 1950 y el primer título Junior el 14 de diciembre de 1977. El pito estuvo apagado entre 2009 y el 17, y volvió a sonar en 2018.

También, el 24 y 31 de diciembre pasaban raudos por mi casa los globos inflados con helio que lanzaban los soldados del Batallón Nariño del barrio Paraíso.

En la calle 77 con Kra 71, el empresario Alberto Azout funda en sólo 500 m² el primer Almacén Comisariato Vivero, con el slogan “más barato nadie puede”. Muchos recordamos  “las noches de luna loca” y el pesebre gigante que hacían en diciembre.

Sobre la Kra 51B con calle 92 se inicia la construcción del Canódromo, para carreras de galgos.

Silvia Báez de Angarita funda el Colegio Gimnasio del Country.

En lo alto de la 72 con 46 el aviso de neón de Cerveza Germania Exquisita, con la foca luminosa jugando bolos.

En 1966, Bavaria adquiere la Cervecería Águila de Barranquilla y la familia Santo Domingo pasa a ser el mayor accionista.

Los circos mexicanos llegaban a un un lote contiguo al Centro Colombo Americano, en la Kra 43 con calle 51, frente a la Panadería La española. Otros, levantaban su carpa en un terreno detrás del Mercadito Boston, que luego ocuparía la caseta La Piragua. También, llegaban al parqueadero del estadio Municipal, hoy estación Joe Arroyo de Transmetro. Circos que vi: El Razzore, Hermanos Gasca, Hermanos Fuentes. el Egred Hermanos, y papá me hablaba del Atayde, fundado en 1888.

Desde 1960 la alcaldía de Barranquilla quedaba en la calle 38 (Caldas) entre la Kra 45 (Líbano) y la 46 (Olaya Herrera). El edificio de 7 pisos construido durante la administración de Rodrigo Carbonell.

La “nevada” de los buses de Puerto Colombia estaba en la Plaza de San Nicolás.

Sobre la 44 detrás de la tribuna de Sol del estadio Municipal, el restaurante “El pez que fuma”.

Emiro Abuchaibe, el empresario que traía a la Billo’s, hacía cabalgatas por las calles del norte que pasaban por la puerta de mi casa.

En la calle 76 con Kra 49C se abre el segundo Súper Rayo, luego del primero en SEARS. Realmente duró poco y en ese terreno se construyó la Olímpica de la 76.

Se comía la uvita playa, guinda, martillo, bolitas de tamarindo y de pimienta, pirulí, arropilla, cucuruchos de maní, pan de yuca blando, piñitas, panochas y bolillos que vendían en bicicleta . En las tiendas, bolitas de coco, corronchos, jartapobre, cucas, brazos de reina, conservitas, gelatina de pata de vaca y bolitas de maní en colores blanco y rosado.

En el Paseo Bolívar, Casa Players vendía las bicicletas y triciclos marca Jurime.

Griegos famosos en Barranquilla, los de la Lonchería Americana, El Mediterráneo (Atanasio Angelolgianopulos y Anessa); Heladería americana (fundada en 1936) y la refresquería La Patagonia de don Jorge Tarchópulos Karagianidis, en el viejo Mercado Público de la 30.

En el 66 funcionaban en el Centro el Bar Toledo, el Metropol, el edificio OK (construido por José Gómez Plata), el Club Barranquilla, Almacén Mogollón, Caravana, Danaranjo, Discos Daro, Discos Majestic (de Jorge Salem), Calzado Luxor (de la familia Ayub), Ropa El Roble, Calzado La Francesita, Calzado Faitala (fundado por los italianos Antonio Celia y Blas Barletta), almacenes Aures (de Agustín Botero), Mar de Plata, la General Electric, Librería Nacional, Librería Mundo, Casa Clavería (fundada por don Víctor Díaz Clavería), Papelería Barranquilla, Los Muchachos (de la familia Jamiz), Calzado Cozzarelli (fundado en 1890 por el italiano Antonio Cozzarelli), Calzado La Corona, La Gran Vía, Droguerías Blanco & Roca,  Farmacia Santa Cruz (de Eduardo Ribaldo Caballero), Farmacia Ideal (de Jesús Rueda), Farmacia Vida,  Farmacia Unión (de Israel Gontovnik), Farmacia Bolivariana (de Diego Bolívar), Cepalacio, la Casa Musical, Colchones Racedo, Eliza Gonzalez-Rubio, La Casa Rosada,  Confecciones Gober, Calzado Puyana, El Ganadero, Murcia, la Panadería Nacional, El Iris, la Casa Vargas, Vanytor, Croydon, Iberia, el Bazar Central, Pollos Broiler, La Singer, El Oasis, el Hotel Riviera, el Hotel Central, Hotel Victoria, el Teatro Colombia, el Cine Rex, el Teatro Colón y el Murillo, la Librería Selecta, almacén Movilla, las agencias de Loterías (en la Kra 45 con Paseo Bolívar), Avianca, Aerocóndor, Abavia, Turismo Dovel, Joyería Muzo, Expreso Brasilia y Unitransco, el Ley, el Tía, la Voz de la Patria, almacenes Franco, Electrificadora del Atlántico, Empresa Municipal de Teléfonos, Docarto, Ramarbe, Joyería El Suizo (de Otto Wunderlin y sus famosos relojes Invicta y Omega), el Muluki (de Manuel Morán), Almacenes Mariscal (de Reinaldo Morán), las Empresas Públicas Municipales, Óptica Garavito (fundada por Ramón Garavito en 1945), Lasting (el del aviso al revés), Hotel San Blas, Banco Francés e Italiano, El Heraldo, American Gentleman y la Floristería Barranquilla (la única que vendía musgo para los pesebres), entre cientos de negocios.

También, en el Centro en el Paseo Bolívar y en la calle San Blas (35) por Clavería, habían  fotógrafos callejeros sorprendiendo al transeúnte con una foto. Inmediatamente, entregaban un comprobante para pagarla y reclamarla al día siguiente. Estas fotos también las daban en uno mini-telescopios.

En el Centro, la Sociedad de Mejoras Públicas sembraba arbolitos en alcorques y los protegía con corralitos de madera con las letras S.M.P. Muy pocos pegaron.

En 1966,  en el Paseo Bolívar funcionaba el Consulado de los Estados Unidos, en el quinto piso del edificio del Banco de la República, construido entre 1949 y 1951 y donde siempre ondeaba la bandera americana, visible desde la calle. Después, la agencia consular emigró a otos sectores del norte. Allí laboró una hermana del celebre Orlando Rodas, tal vez el hombre más obeso que recuerden los barranquilleros y quien vivía a una cuadra de mi casa en la esquina de la Kra 49B con calle 76, al lado de la familia González Torres..

Entre 1962 y 1979 fue gerente del Banco de la República, sucursal Barranquilla, Enrique Hanabergh, quien vivía en el último piso.

En el entorno de la Kra 46 estaban el Hotel Alhambra (donde se alojó en 1952 el crack brasilero, Heleno De Freitas, contratado para el Junior por Mario Abello); Heladería La Italiana,   el Teatro Doña Maruja (de propiedad de Maruja Gonzalez-Rubio Duncan), el Restaurante Mi Vaquita; el restaurante y grill el Chop-Suei; Restaurante El Pez que fuma (de Hernán Córdoba), los tomaderos La Barra (del alemán Fred Berth) muy conocida por su sifón, y Los Almendros (donde ahora está la Oficina de Checo); Piolindo; una estación de gasolina Esso; la estación de taxis La Voz de la Patria (teléfono 44444); la Droguería Nueva York, Pollos Kibori, el restaurante Chow Mein; Panadería La Gitana: tienda La Gloria; la planta estadio de la Empresa Municipal de Teléfonos (EMT); una bodega del Instituto Nacional Agropecuario (INA) llamado después Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA); el parque y estadio de basketball Tomás Surí Salcedo y El Mediterráneo, montado y administrado por inmigrantes griegos. Y uno de los tantos almacenes de Edgardo Pereira, llamados luego EP.

Dos venezolanos muy famosos y queridos en los 60: el cónsul Aquiles Yibirín y Juan B. Sánchez Quintana, gerente de la Pepsi Cola.

La calle 72 fue ampliada en 1962 y tras el asesinato de John Kennedy el 22 de noviembre de 1963 pasa a llamarse ‘Avenida Kennedy’. La calle 76 fue ampliada y pavimentada en 1960. En más de 60 años, la arborización no ha sido su distintitivo.

Donde funciona la Olímpica de la 72 con 47 estaba la Bolera Colombia de Luis Vergara Palacio, por muchísimos años el gerente inamovible de la Lotería del Atlántico, y el Mercado Abello, con servicio a domicilio como las tiendas de barrio actuales.

A dos cuadras y frente a la casa de los abuelos paternos de Edgardo Sales, el comerciante Fuad Saade (suegro de Ramón Jesurún) montó el salón de bingo y restaurante El Manara, muy frecuentado por los jugadores extranjeros que militaban en Junior, quienes no usaban medias o calcetines, costumbre que se quedó para siempre.

La fábrica de Coca Cola funcionada en la carrera 48 con calle 70 (luego la Clínica del Niño y hoy, Clínica del Norte).

El locutor y radioperiodista, Marcos Pérez Caicedo, tenía en la calle 42 (Obando) con Kra 41 (Progreso) su sede propia, con oficinas, sala de redacción y estudios, donde transmitió por aislado durante varias décadas el Radioperiódico Informando.

En 1966, cuando no existía la elección popular, Barranquilla tuvo tres alcaldes: Roberto A. Cepeda, Saúl Pertuz Jimeno y Alberto Pumarejo, y el gobernador, Ernesto McCausland Osío.

Lastimosamente es demolido el majestuoso Hotel Astoria, de la familia Faillace, en la esquina noroccidental de la calle 45 con Kra 43, para ampliar la calle Murillo.

No existía aun la banda FM y dominaban el dial las emisoras AM: Radio Libertad (de Roberto Esper), Emisoras Unidas, La Voz de Barranquilla de Cadenon, Radio Kalamari, La Voz del Litoral, Radio 15, Emisora Atlántico, Radio Reloj, Emisora Riomar y Emisoras ABC (de Leonidas Otálora Gómez), La Voz de la Costa (de Gabriel Forero San Miguel), Radio Piloto (de Nadim Fayad), Emisora Variedades y La Voz de la Patria (de Clemente Vassallo Manfroni) con su famoso Radioteatro.

Una propaganda radial que me aprendí para toda la vida en la voz de Marcos Pérez Caicedo, con una locutora que nunca identifiqué: “Calor, calor, calor, ríase usted del calor, póngase polvo Mexsana, de noche, tarde o mañana, refresca mucho mejor”.

Radio Libertad hace un concurso de cometas y cometones que fueron volados en la calle 90 con Kra 47, en terrenos aún no urbanizados. El  primer premio fue un escudo nacional y el más grande, de metro y medio, representaba a dos jugadores del Junior.

Únicos teatros o salas de cine con techo: Cine Colombia (hoy, el Centro Comercial Aladino); Rex; el Murillo (reemplazado por los Cinemas 1 y 2); Colón (inaugurado en 1947); Metro (antiguo Apolo) después le agregaron el Metro 2; el Capri en 1968; los ABC (frente al Coliseo Cubierto); Cine Royal, y Cinerama 84 (hoy el Hotel Windsor ). En el Metro los fines de semana había  “social doble” y se podían ver dos películas pagando una sola entrada.

Los demás teatros eran todos destapados. Los más cercanos a mi casa, el Coliseo (en la 82 con 43 de la familia Saieh), el Doña Maruja (en la kra 46 a un costado del parque Surí Salcedo) y el Lido (en la Kra 44 con 79).

En 1966 se descubre en los Departamentos del Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Magdalena y Sucre, la llamada tortuga “carranchina o montañera”, especie exclusiva de estas tierras.

Ricardo Plata Cepeda, estudiante del Colegio San José, es el Mejor Bachiller Coltejer de Colombia en noviembre de 1966.

El cineasta barranquillero, Luis Ernesto Arocha último sobreviviente del Grupo de Barranquilla y uno de los pioneros del cine experimental, produce la obra “La ventanas de Salcedo”.

En los 60, Toby Setton, un empresario cartagenero que se radicó en Barranquilla, pionero en crear sus telas, montar una fábrica, exhibir sus prendas y venderlas por tallas, llega al apogeo de sus negocios con su acreditada marca Jackson’s Fashions.

Toby Setton. Foto: Cromos.

La empresa de bebidas negras Kolcana se idea un concurso premiando con una motoneta ‘Auteco Lambretta’, a la primera persona que completara la palabra K-O-L-C-A-N-A. La letras venían individuales en las “checas” y había que raspar el corcho. La letra L nunca salía, por eso en el cumbión Cómo se acaban las velas o Los amores de Petrona, grabado por la orquesta de Jesús Nuncira machado, de la autoría de Julián Pérez Cavajalino, el cantante Tomasito Rodrigo exclama al comienzo: “Me falta la ele”.

Barranquilla llegó a tener 4 marcas propias de café: Almendra Tropical, Sabroso, Universal y Jafa.

En diciembre, la Cafetería Almendra Tropical cambiaba papeletas de celofán vacías  por regalos. La propaganda la grababa Miguel Lugo Villarreal. También, regalaban el tradicional almanaque vertical enrollable con un motivo religioso.

Los árboles de Navidad eran de madera natural, pintados de blanco con bolitas de icopor y base de cemento sobre un pote de lata; los vendían en el Centro. Después, llegaron los plateados y finalmente, los verde de plástico.

En diciembre, la costumbre y todavía sigue siendo una tradición, el barranquillero pintaba su casa: por eso asociamos el olor a pintura fresca con el fin de año.

En el Hotel El Prado hacían un pastel de Navidad  del tamaño de un pan de molde, a base de frutas cristalizadas. Atendían por una entrada habilitada por la Kra 54.

A finales del 66, Oscar Fernández González le propone a la Junta del Carnaval que presidía, Héctor Juliao Saravia, una Gran Parada el Domingo de Carnaval, con las danzas, disfraces, cumbiambas y la Reina del Carnaval. La iniciativa es aprobada y el primer desfile  se hace por la calle 72, el 5 de febrero de 1967, desde el parque Bellavista hasta el estadio Municipal, encabezado por la Reina Martha Luz Vásquez Osorio.

En diciembre se vendían el Almanaque Bristol y el de Piel Roja, idénticos a los de hoy.

El billete de $20 traía en el anverso la imagen del Banco de la Republica de Barranquilla, sede Paseo Bolívar.

Por fin termina la construcción del denominado dique interior de contracción en el tajamar oriental de Bocas de Ceniza, incluido el angostamiento del río Magdalena de 620 a 512 metros. Los trabajos definitivos concluyeron en 1966, más las obras en el propio Terminal Marítimo y Fluvial de Barranquilla.

Se cumplen 10 años de haberse iniciado la construcción de la carretera Troncal del Caribe, trayecto Barranquilla Ciénaga. Fue una obra auspiciada por la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla y terminada en 1960.

Lo más pegado en música  

En 1966, Jesús Nuncira Machado, cantando Luis Gómez y con el grito de Tomasito Rodríguez “me falta la ele”, graba el cumbión ‘Cómo se acaban las velas’ (Los amores de Petrona), la canción que anuncia le llegada del fin de año.

La orquesta de Pacho Galán graba Noches de Caracas.

Rufo Garrido graba Tu cumpleaños cantando Crescencio Camacho y Avivata.

El maestro Billo Frómeta, director de la Billo’s Caracas Boys graba el long play ‘Desde 1937 a 1966 bailando con Billo’, y sólo para el vecino país Cheo García la guaracha Carnaval del 66.

El cantautor barranquillero, Mario Gareña (García Peña) compositor de Yo me llamo cumbia, fue elegido el cantante más popular de Colombia 1966, concurso de Caracol Radio.

Los Melódicos, graban el trabajo El más completo elenco, con el bolero que más me fascina de esta orquesta, No volveré a sonreírte, en la voz de Lee Palmer.

Pedro Laza y sus pelayeros graban el trabajo Fiesta y corraleja con el super éxito Pie pelúo.

Orlando y su Combo pega Vámonos de fiesta y Azucena y graba Fiesta en Barranquilla cuya carátula lleva el mismo nombre.

Alfredo Gutierrez y sus estrellas graban La banda borracha, cantando Leonel Benitez.

La orquesta de Porfi Jiménez graba su más grande éxito: La negra Celina del compositor colombiano Cristóbal Pérez.

Clímaco Sarmiento (natural de Soplaviento, Bolívar y autor de La vaca vieja) graba Bombo y maracas de Esthercita Forero. Esta versión superó a la de Pacho Galán.

En el 66 el sexteto Los Blanco de Maracaibo triunfa con la picaresca canción Que le den, del compositor barranquillero José María Peñaranda (el mismo de Se va el caimán). También, Otra noche de ilusión, que grabó el Joe Arroyo en 1996 como Noche de ilusión, sin superar la versión original.

En ese mismo año Los Corraleros de Majagual graban Suéltala pa’ que se defienda; Calixto Ochoa, Mata e’ caña; Juan Nicolás Estela, La chica del billete; El Conjunto Real Costeño, Songo sorongo y Discos Fuentes los 14 cañonazos bailables Volumen 6.

El músico y compositor caraqueño Hugo Blanco y su arpa viajera, graba El cable.

En pleno furor del Ye-Yé, el Go-Gó y el twist, Oscar Golden enloquece a la juventud con su Boca de Chicle, mientras que Lida Zamora lo hace con La chica Ye-Yé.

En noviembre del 66, a sus 22 años, Nelson Henríquez se vincula en calidad de bolerista a la Billo’s Caracas Boys, en reemplazo de José Luis Rodríguez.

Se impone la Nueva Ola y nace El Club del Clan, surgen Vicky, Emilse, Mariluz, Christopher, Hernando Casanova, Oscar Golden, Claudia y Billy Pontoni, entre otros. Se abre paso un nuevo y pegajoso ritmo que duró muy poco: El pompo.

Los Corraleros de Majagual graban su inmortal larga duración Nuevo ritmo con el célebre Mosaico que empieza con Las flores rojas, mientras que Tony Zúñiga canta el Pompo del 66.

Dolcey Gutierrez y su conjunto graban ‘Calvo tiempo’ burlándose de los alopécicos. Si por la calle venía un calvo había que ponerse firme y con saludo militar exclamar: ¡Calvo, tiempo! y la otra persona respondía: ¡Hasta que te salgan pelos! de lo contrario, se ganaba un coscorrón. Los calvos, como mi padre, se indignaban cuando lo ridiculizaban en su propia cara.

También, Dolcey compone y graba, El pato y la pata, que se impuso ese fin de año. Después, Billo Frómeta la grabó en 1967 y de nuevo en el Mosaico 42 en 1978.

Anibal Velásquez  y su picaresca guaracha “El turco perro”, que todavía se escucha.

En ese fin de año, mi tío Alvaro Domínguez le llevó de regalo a mi mamá el long play Navidad con las Dominicas, que acababa de salir y adquirió en Daro.

Sueltos del 66

Don Gabriel Forero Sanmiguel transmitió en vivo por La Voz de la Costa la posesión de Alberto Pumarejo como alcalde de Barranquilla. Aún recuerdo una propaganda grabada que pasaba la emisora en la voz de Lermes Lombana Piñeres que decía al final: “Solo en dos casas se come bien, en la suya y en La Fonda”.

El Colegio Karl C. Parrish es acreditado internacionalmente por la Asociación de Escuelas y Universidades del Sur de los Estados Unidos. Fue fundado en 1938.

La Voz de la Patria

Recuerdo, entre otros, estos programas de la Voz de la Patria 1.310 en la banda AM y su slogan “la emisora de la tonalidad perfecta”. Desde el radioteatro, Cosas de mi tierra (Gustavo Castillo García) y el Show de Esthercita (Esther Forero); Tocayos Ceballos (de Pompilio Ceballos); La hora del agrado (Emma Revollo Samper); Desfile Deportivo (Chelo de Castro C.); La Tómbola (Pedro Juan Meléndez),  Y cómo olvidar los “baches” que hacía Felix Chacuto cuando en su turno anunciaba un disco:  “Y en programa”. Una propaganda que hizo historia en la emisora la del almacén Franco.

Crédito a quien tomó esta foto,

Desde Atlanta me escribió, Luis Vasallo, mi compañero de Promoción 71 del Colegio San José, cuyo abuelo Clemente Vassallo Manfroni fundó La Voz de la Patria el 20 de Julio de 1936: “Diagonal a La Voz de la Patria estaba el Hotel Génova, ciudad natal de mi abuelo Clemente. Por obvias razones era su sitio preferido para almorzar fuera de casa”.

En el 66 el narrador y comentarista barranquillero, Efraín Peñate Rodríguez, es nombrado director nacional de deportes de la cadena RCN.

En Emisora Variedades despega la carrera de locutor de Jacob Guerra C. que luego sería durante 36 años una institución en Emisora Atlántico y en 1995 el primer presentador del musical humorístico Cheverísimo por Telecaribe.

Juancho Illera Palacio narraba los partidos de local del Junior por Emisoras Riomar, con comentarios de Leonidas Otálora Gómez. Juancho era muy coloquial y anecdótico en sus transmisiones. El 11 de mayo de 1986 fue invitado a narrar por Radio Piloto, con Guillermo Rodríguez Figueroa y Armando Cabrera Muñoz (Arcamuz) el partido inaugural del estadio Metropolitano entre Junior y la Selección Uruguay.

Remedios populares y de venta libre

Mejoral (para el dolor de cabeza; famosa su propaganda “mejor mejora Mejoral”; hasta canción le sacó Alejo Durán); Mejoralito (para aliviar la fiebre en niños); Agarol (laxante); leche de magnesia Philips en envase de vidrio azul; Pipelón (para los niños lombricientos); Tricófero de Barry (para fortalecer el cuero cabelludo); Curarina (para picaduras); Yodex (microbicida); Bronchodermine (expectorante); Numotizine (para inflamaciones dolorosas); Merthiolate (antiséptico y preservativo); Anticalculina Ebrey (para dolores musculares); Cofrón 12 (multivitamínico a base de hierro); Eye-mo (para la irritación de los ojos); Mentolatina (la competencia del Vick Vaporub); Crema Cero (para la piel del bebé); Calmador (analgésico); Aceite de hígado de bacalao (reconstituyente); Wampole (para el desgaste e inapetencia); Vitacerebrina (para proteger el cerebro de los efectos del envejecimiento); Árnica (para aliviar dolores. Edgar Perea se la recomendaba a los enemigos de Junior, para que sobrellevaran el dolor de verlo ganar).

Las canteras más conocidas, Munarriz (de la familia Munarriz Salcedo, cuyos hijos estudiaron en el Colegio San José) y Canteras El Santo. A los picapiedra les decían “armadillos”. Estos yacimientos quedaban en Puerto Colombia.

En el almacén El Iris en la Kra 41 con calle 32, de don Enrique Bernal Moreno, a la vuelta de las arcadas de plaza de San Nicolas o Pica Pica, se conseguía de todo para la cocina, juguetería, yoyos, trompos de madera, bates, etc. Recuerdo especialmente los tintes para la ropa. Era muy famoso Martín, un hijo “especial” del señor Bernal, que siempre estaba en la tienda y atendía muy diligentemente a la clientela. Había otro negocio muy parecido en la Kra 43 con calle 70: almacén Relegas.

Estaban de moda los canguros metálicos saltarines y los patines Go-Go con hebillas de acero cromado, que se compraban en SEARS.

Los hermanos Hans Peter y Helmut Bellingrodt ganan medalla de Oro y Plata, respectivamente, en los Juegos Nacionales de Cartagena 1966, en la modalidad de tiro al jabalí o blanco móvil.

El cablegrama era la comunicación más rápida y abreviada que existía, el servicio lo prestaba Telecom y le llamaban Marconigrama. Había un kiosko en la calle 76 con 43B y otro en la Kra 48 llegando a la 72. Cada palabra costaba.

El Don Felo, el bus inmenso de casi 14 metros que cubría la ruta a Puerto Colombia desde 1964 y salía de la plaza de San Nicolás. Era la sensación cuando transitaba por las calles. Después el ingenio popular lo bautizó el Mister nojoda, y finalmente el “nojodaaaa”.

Colegios privados

El San José, San Francisco, Biffi, Alemán, Sagrado Corazón, Divino Niño, Cambridge, Santa Cecilia,  Sicopedagógico, Barlovento, San Pedro Apóstol, Seminario, Americano, Instituto Ariano, del Prado, Hebreo Unión, Parrish.

Los recuerdos de Beatriz Díaz Aponte

Me escribe al correo electrónico mi antigua vecina en el barrio El Porvenir, Beatriz Díaz Aponte, con valiosos recuerdos que vivió en aquella época. Los Díaz Aponte vivían en la Kra 47 con 74 al lado de la familia Villa Fontalvo que ocupaba la esquina. Esta es su nota:

“Tu artículo está buenísimo. Si me lo permites, te puedo hacer unos “adendos”,  no se si esa palabra es castiza; […es una palabra muy castiza y pertinente, porque significa “conjunto de adiciones al final de un escrito”.

En la década de los 20 hubo grupo de Americanos que inyectaron modernización  a Barranquilla como: Karl Parrish (urbanizador) y Samuel Hollopeter (infraestructura).

En 1980, Jaime Devis Pereira, sobreviviendo a un cancer terminal, decide sacar a flote las E.P. M con la ayuda de la empresa privada que facilitó a sus mejores ejecutivos.

El Bazar Central propiedad de José P. Vázquez, fue el primer almacén por departamentos que tuvo Barranquilla. Esta era la propaganda de las estufas:

La aerolínea Aerocóndor tenía aviones particulares, con una sala en forma de U, donde hacíamos recocha los barranquilleros que íbamos estudiar en las universidades de Bogotá.

Para los niños con intolerancia a la leche pasteurizada, en la Iglesia del Seminario los curas tenían vacas y vendían leche fresca recién ordeñada.

Otros puya-nalgas: Carlos Charris, quien iba a las casas enchaquetado, con semejante calor, y Humberto, en la Clínica del Prado.

Había otro personaje que llegaba en moto a las casas a motilar a los varones, el señor Rincón.

Era famoso Alfonsito, quien repartía en su bicicleta los periódicos que llevaba en una caja de madera. Todos los viernes llevaba a mi casa la colección completa de “paquitos” de  Tarzan ‘el hombre mono’, El llanero Solitario, La pequeña Lulú, Archie, Tsekub, etc, que nos dejaban anestesiados por horas.

Gerardo, el naranjero que iba de casa en casa; se volvía miembro de cada familia ayudando en lo que se necesitara.

Las palenqueras timbraban ofreciendo conservitas de leche, de batata, cocadas y alegrías.

El kinder de Marujita Fuentes, una pedagoga de Ibagué, quien junto con la tía Leonorcita y la abuelita Hortensia, educaron dos generaciones de varias familias.

Almacenes Murcia y su  lema: “Murcia se lo vende en la calle de Jesús”.

La mueblería más fina, Muebles Escolar. Los dueños vivían en una casa en la esquina de la Kra 43 con calle 72.

Diagonal estaba el famoso restaurante El Deportivo. Las mesas eran de madera estilo doble booth con la mesa en el medio.

Entre los colegios de mujeres además del Saint Mary, estaban el Lourdes,  La Enseñanza, El Prado y el Marymount.

Había una esquina en el Centro donde se podía ir a cambiar los “caramelos” repetidos, para llenar el álbum.

La Corporación Financiera del Norte, del Grupo Santo Domingo, financió y ayudó a crecer a empresas de Barranquilla.

Doña Elisita Roncallo de Rosado en 1948 contrato en Bogotá al Dr. Díaz Aponte como el primer pediatra, para fundar el Hospital San Francisco de Paula en 20 de Julio, muy cerca del Mercadito de Boston.

Entre las clínicas, había una muy prestigiosa propiedad de Max Rebbein Peralta, donde trabajo por casi 20 años el pediatra Dr. Julio Díaz Aponte. Recibió bebés de tres generaciones de cada familia.

También trabajaban el ginecólogo Dr. Eugenio Cambieri. Dr. Enrique Celedon Manotas. Dr. Franco Camacho y Dr. Fernando Vélez Mejía, entre otros.

El Teatro Metro era famoso por abrir el telón con el león rugiente de la Metro Goldwin Meyer, durante el cuál los noviecitos aprovechaban y se “martillaban”.

El Teatro Doña Maruja, por la heladería que Mastrascusa, el Italiano esposo de Doña Maruja, vendía las deliciosas paletas de chocolate “Deli “.

Los regalitos de cumpleaños generalmente se compraban en Almacenes Bambi, Bernycris y el almacén de las Hermanas Sojo.

Carlos Dieppa, además de carros, también vendió las primeras lavadoras Westinghouse que eran para toda la vida.

La familia Buitrago fundó el Almacén Capri de vestidos señoreros, que después se convirtió en Madame Elegance.

En la calle 76, esquina de la Kra 52 la familia Niño puso el delicatesen Miami Ranch.

Aunque, La Garantía, de Miguelito Puccini (italiano) cerca a la Clínica del Prado, era la más famosa salsamentaria donde vendían el mejor jamón para sandwichs.

Las hermanas Mei (Italianas) eran famosas por sus postres. Después abrió Violy Dieppa de McCausland, Pudines Violy.

Otros multivitaminicos: Dayamineral y el Minevitan.