El Fenómeno de “El Niño” es un evento climático que se genera por el calentamiento del océano Pacífico.
Sus efectos son notables en el norte de la región Pacífica, la región Andina y región Caribe.
En el departamento del Atlántico, el Fenómeno de El Niño trae menos lluvias, sequías, olas de calor, incendios forestales, fuertes implicaciones sobre el suministro y la calidad del agua para consumo humano, animal y agrícola, la calidad del aire, aumento en la temperatura y afectación a la seguridad alimentaria.
Efectos
El Fenómeno de El Niño tiene efectos directos e indirectos sobre la salud humana. Dentro de los indirectos hay efectos secundarios a una afectación ambiental como la escasez de agua y alimentos.
Dentro de los directos asociados a las altas temperaturas y la deshidratación, golpes de calor, enfermedades respiratorias, infecciosas, dermatológicas y oftalmológicas.
También, las personas con enfermedades crónicas no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades renales, etc.), pueden verse afectadas.
¿La explicación? tienen alterada la respuesta efectiva de su sistema inmunológico, respiratorio, cardiovascular y de termorregulación, haciéndolas más susceptibles a la presencia de complicaciones, aumentando el riesgo de enfermar y morir por estar expuestos a condiciones climáticas extremas debido a golpes de calor o sensación térmica elevada.
El aumento de la temperatura podría disparar los casos de enfermedad diarreica aguda y enfermedades transmitidas por alimentos, por problemas de calidad del agua y desabastecimiento hídrico.
De manera indirecta, posibles brotes de malaria, dengue, leishmaniasis y otras enfermedades transmitidas por vectores.
Adicionalmente, los incendios forestales también afectan la calidad del aire, con enfermedades pulmonares y cardiorespiratorias, asma y alergias, entre otras.
Igual, problemas de piel por exposición prolongada a radiación solar ultravioleta y golpes de calor por exposición a altas temperaturas.
Recomendaciones
- Adoptar hábitos de consumo consiente, responsable y eficiente del agua y la energía.
- Protegerse del sol y el calor.
- Prevenir y controlar los incendios forestales,
- Participar en las actividades de información y educación que promuevan las autoridades y las organizaciones.
Este fenómeno repercute negativamente en el sector agropecuario, al variar el rendimiento de algunos cultivos, disminución del caudal de los ríos, incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, para riego, consumo animal y humano, razón por la cual deben implementarse medidas consientes de eliminación de usos suntuoso.
Fuente: Corporación Autónoma Regional del Atlántico- C.R.A.
