8,3 kilómetros canalizados durante la Administración de Jaime Pumarej se sumaron a la apuesta de una Barranquilla sin arroyos.
Arroyos intervenidos
Felicidad II, Hospital y El Salao II.
Para el mandatario las obras salvan vidas, aportan seguridad a sus habitantes, nuevas vías y recuperan el espacio público.
Ls intervenciones crean espacios aprovechables a través de la infraestructura desarrollada para mejora urbanística, mobiliario, arborización, peatonalización, y vías y ciclovías sobre las canalizaciones que puedan llevar losas encima.
Con los tramos canalizados, hay 78,3 kilómetros intervenidos en los últimos 16 años para la reducción, control y el encauzamiento de las corrientes de aguas pluviales en puntos críticos de la ciudad que por décadas cobraron vidas de propios y visitantes.
La intervención y barrios impactados
La Agencia Distrital de Infraestructura, ADI, canalizó el arroyo Hospital, a la altura de la calle 44 entre Kras 29 y 27, y calle 44 y 45, beneficiando a los habitantes de San Roque, Rebolo y Chiquinquirá.
Trabajos complementarios del arroyo Felicidad II, desde la calle 63B con Kra 41 hasta la calle 48 con Kra 54, abarcando afluentes de la calle 52 con Kra 38.
Obras concluidas en la localidad Norte-Centro Histórico, que benefician a 75.000 residentes de los Los Andes, Nueva Granada, Los Pinos, Lucero y Santo Domingo Sabio.
Obras en el cauce de La Sierrita, en la calle 55B entre las Kras 5B y la transversal 5C.
Mejoras en los canales de la calle 30, entre las Kras 2 y 21; la Kra 23 entre las calles 31 y 29; y el canal que discurre por la Kra 24, la calle 30 y la Kra 25, hasta su conexión con el arroyo Rebolo.
El arroyo El Salao II, que se extiende desde la Circunvalar hasta la calle 83. Trabajos en ejecución. Beneficiarán a los habitantes de La Pradera, El Edén, Olivos I Y II, Me Quejo, Villa del Rosario y Porfin.
Ha sido necesario reubicar redes de acueducto, alcantarillado, tuberías de gas y electricidad, con las entidades responsables de la prestación de estos servicios públicos.
Los proyectos incluyen, además, la revitalización y mejora de las aceras con losetas, construcción de jardineras y bordillos, alumbrado público, manholes, pavimentación de calles adyacentes a las intersecciones y restauración ambiental con la siembra de árboles.
También comprende el mejoramiento de los barrios afectados, para que las ausencias de servicios básicos, vías pavimentadas y espacios públicos sean atendidas con los nuevos sistemas de drenaje barriales.
La importancia del Plan Maestro liderado por Barranquilla radica en la detallada caracterización de cada arroyo.
Este plan identifica y perfila las soluciones técnicas y estructurales óptimas para abordar las áreas propensas a inundaciones debido al aumento de las aguas pluviales.
Fuente: Alcaldía Distrital de Barranquilla
