Una ciudad con río y mar es sinónimo de desarrollo. Barranquilla recupera la Playa de Puerto Mocho, mejora la calidad de vida de sus habitantes y ayudará a impulsar el turismo de la zona.
El rescate paisajístico se basa en el diseño de elementos urbanos en el borde costero, con casetas con una gran oferta gastronómica, terrazas de comidas, acceso a servicios públicos y óptima atención a los turistas.
“Es playa tranquila y una de las más limpias del Atlántico. Trabajamos para que antes en diciembre los barranquilleros puedan disfrutarla y se acuerden que tienen río, ciénaga y playa”, destaca el alcalde Jaime Pumarejo.
Se delimitó la playa en tres zonas: la activa en la orilla exclusivamente para bañistas, quienes podrán practicar deportes náuticos como kitesurf, surf, paddle surf, entre otros.
Le sigue la zona de reposo, que será ocupada por carpas, y luego, la zona de servicios, donde estarán todos los equipamientos de la playa.
“Barranquilla crece con calidad de vida, con dos componentes ambiciosos en la parte medioambiental y en disfrute: la primera, la ciénaga de Mallorquín, donde hay una interacción con la playa y la ciénaga. La segunda, la playa de Puerto Mocho y el tajamar, donde habrá un malecón de casi un kilómetro entre la playa y Las Flores. Traerá empleo y turismo”, afirma Pumarejo.
El proyecto beneficiará a 30 caseteros que llevan mucho tiempo en la playa, preservando la oferta turística que se encuentra ligada a los proyectos enmarcados dentro de la ciénaga de Mallorquín.
La Secretaría de Desarrollo Económico y el Centro de Oportunidades del Distrito, vienen trabajando y capacitando a las comunidades de pescadores, caseteros y familias que habitan en el sector, quienes se verán beneficiadas económicamente.
Se espera que puedan ofrecer expediciones, cursos de pesca artesanal.
Además, el consumo en los establecimientos, hostales y demás servicios comerciales que se ofrecerán a los visitantes.
Fuente: Alcaldía de Barranquilla