Con más de 15.300 empresas dedicadas al turismo, que representan el 20% del total del tejido productivo formal, Barranquilla y el Atlántico se encaminan a desarrollar plenamente su potencial en esta industria.
La idea es combinar la oferta orientada a los negocios con la de ocio y entretenimiento, para que los visitantes extiendan su estadía en este destino y generen una mayor derrama económica.
El estudio está avalado por investigaciones globales, según las cuales los viajes de negocios representan el 22% del turismo total, con la participación de 1.500 millones de personas.
Al mismo tiempo, generan aproximadamente 10.3 millones de empleos a nivel mundial; y un gasto directo en la industria de 1.07 billones de dólares.
“Hablemos de Turismo”
El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barranquilla, Manuel Fernández Ariza, al instalar el encuentro señaló que cuando los viajeros internacionales por negocios encuentran productos y servicios turísticos atractivos, extienden su estadía un promedio de 3,5 días.
En este lapso invierten alrededor de USD $650 diarios en alojamiento, transporte, alimentación, compras y actividades recreativas en esos lugares.
La estrategia puesta en marcha busca ganar un mayor protagonismo aprovechando condiciones naturales, como los vientos para el segmento de los deportes náuticos; la cultura local ancestral (como la de Usiacurí, caracterizada por la tejeduría en palma de iraca) y los paquetes experienciales de “Barranquilla y Atlántico memorables”.
El propósito es consolidar una industria turística que consulte los estándares globales de sostenibilidad, dando uso óptimo a los recursos medioambientales, manteniendo los procesos ecológicos esenciales, ayudando a conservar la naturaleza y la diversidad biológica.
Asimismo, respetando la autenticidad sociocultural de las comunidades al conservar y resaltar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales.
“Con la articulación público privada buscamos asegurar actividades económicas viables a largo plazo, que reporten beneficios socioeconómicos a los agentes de la cadena de valor mediante oportunidades de empleo estable, y la obtención de ingresos y servicios para las comunidades que contribuyan a la reducción de la pobreza”, precisó Fernández, tras resaltar que el 96% de las empresas del clúster TEN (Turismo, Entretenimiento y Negocios), son MIPYMES, lo cual muestra el gran impacto de trabajar en el sector y da cuenta de su diversidad y dinamismo.
La gestión es liderada por el Equipo Destino, donde la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico implementan políticas públicas para mejorar la infraestructura de atención al visitante, el desarrollo de productos y la promoción de la cultura y el patrimonio del destino.
Por su parte, ProBarranquilla promociona a la ciudad y el departamento, y atiende la unidad de Servicios a Grupos y Convenciones, que facilita el proceso a los organizadores de eventos, brindándoles información, asesoría y vinculación con la cadena de valor del sector.
Entre tanto la Cámara de Comercio de Barranquilla fortalece a las empresas mediante la profesionalización, el desarrollo de competencias, la formalización y la sofisticación de la oferta experiencial, y se encarga del conocimiento, la prospectiva del negocio y la estrategia del clúster.
Así impulsa la innovación en sus modelos de negocio, la evolución estratégica de sus productos y servicios con base en las tendencias, la prospectiva de la cadena de valor y soportes desde la demanda, y promueve las certificaciones internacionales como DES (Estratega Digital de Eventos), CASE (ejecutivo de ventas para asociaciones), y EDC (Diseño de eventos).
Guillermo Salcedo, vicepresidente de Turismo de PROCOLOMBIA, precisó que Barranquilla y el Atlántico tienen una excelente oportunidad con la estrategia de diversificación de destinos puesta en marcha por esa entidad y la priorización en la promoción internacional de productos como el turismo de naturaleza, el cultural y el comunitario con foco en la inclusión, la sostenibilidad y la diversidad.
En el perfilamiento de la oferta según la demanda, el Caribe colombiano en general tiene un nivel muy alto en cultura, naturaleza y sol y playa; alto en lujo, avistamiento de aves, backpakers, e industria de reuniones; y media en teletrabajo para los nómadas digitales, turismo consciente y LGBTI.
Al presentar indicadores del primer trimestre de 2023, Salcedo señaló que el turismo en Colombia creció a marzo un 49% frente al mismo periodo de 2022, recibiendo 1.4 millones de visitantes extranjeros, siendo los cruceristas y los foráneos no residentes los de mayor crecimiento respecto a al año pasado con tasas de 374,4% y 54,7% respectivamente.
Y anticipó mayores oportunidades por la demanda acumulada de eventos y reuniones a nivel global mezclada con alta inflación.
Insistió en la necesidad de innovar con eventos no tradicionales y aprovechar el momento económico muy competitivo del país dado entre otros factores por el hecho de que hacer un encuentro de negocios en Colombia es 50% menos costoso que en México y 75% más barato que en USA.
“El nombre del juego es segmentación de mercados y del lenguaje para ir a las audiencias y a los mercados con los productos pertinentes; segmentación para cada una de las regiones; diversificación de la oferta; y experiencias con narrativas de alto valor sobre lo que queremos que viva el turista”, explicó Salcedo al sintetizar los fundamentos de la estrategia de promoción del turismo 2023-2026 con la que se espera atraer al país, en el cuatrienio, a 7.5 millones de visitantes extranjeros.
En el encuentro Rômulo Soares, de Brasil, presentó la experiencia de Cumbuco, un pequeño pueblo de pescadores localizado cerca de Fortaleza, en la costa noreste de Brasil, reconocido como un destino turístico internacional de primer nivel por sus playas y dunas blancas, y su oferta de deportes náuticos como el kitesurf, tirolesa y padel surf.
Allí, la estrategia Economía del Mar: deportes náuticos como motor del turismo, fue implementada para atraer el turismo de aventura aprovechando las condiciones climáticas del destino, sus constantes y fuertes condiciones de viento orientado siempre en la misma dirección, la profundidad de las aguas y su entorno envuelto entre mar, lagunas y dunas.
Entre tanto, Jose Ángel Díaz Rebolledo, socializó la Gestión de destinos: Pueblos Mágicos, programa ejecutado en México para generar oportunidades de desarrollo económico y social, a través del turismo, con la potencialización de las actividades intrínsecas del destino y la participación de las comunidades.
El programa hermanó culturas y regiones, fomentó la cohesión y la integración social generando pertenencia, identidad y orgullo, promovió la inversión privada, mejoró el nivel de vida con empleos de mayor calidad y mejor pagados, y democratizó el turismo, con al menos un Pueblo Mágico en cada Estado, lo que permite costos competitivos para los viajeros nacionales.
Fuente: Cámara de Comercio de Barranquilla