Por: Jaime Rueda Domínguez
El 17 de abril se cumplieron 114 años del natalicio de don Elías Chegwin Mier, “el Hombre Cívico de Barranquilla”.
La generación actual, poco o nada sabe de la persona ni el porqué uno de nuestros escenarios deportivos lleva su nombre, el coliseo de básquetbol que reemplazó al estadio Tomás Surí Salcedo construido para los V Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1946.
Cuando comenzamos a ejercer el periodismo en 1974 uno de los primeros dirigentes cívicos que que conocimos fue a don Elías. Nosotros vivíamos en la calle 76 con carrera 47 y él sobre la misma vía a pocas cuadras del Zoológico y del Colegio del Prado, de María del Socorro Blanco Jiménez, la recordada y querida seño Mayi.
Su esposa tenía un kindergarten o jardín de infancia: Mamá Chave.
La 76 era una arteria en doble vía y don Elías pasaba frente a la puerta de mi casa todos los días, de ida o venida, en su camioneta Chevrolet verde de los años 60, portando una bandera de Barranquilla en la parte posterior.
En el 74 visitaba emisoras, periódicos y corresponsales capitalinos, sacando de su maletín fotocopias con mensajes combatiendo los vicios, especialmente el alcohol y viejos recortes de prensa de los años 30 recordando que en su juventud había jugado baloncesto en los Estados Unidos.
El propio Chegwin decía que no pagaba por imprimir fotocopia y simplemente le pedía a los dueños de estos negocios que lo hicieran por Barranquilla.
Siempre pregonaba que nunca en su vida se había llevado un cigarrillo a la boca ni había tomado bebidas embriagantes
En el gremio decían en broma que para dormir don Elías no se arropaba con una sábana sino con una bandera de Barranquilla.
El homenaje al Caimán Sánchez
En 1986 la ciudad le hizo un homenaje a Efraín El Caimán Sánchez, al ser nombrado entrenador del Junior del Junior de Barranquilla. El acto se cumplió en el desaparecido Apartahotel El Golf (hoy, el Centro Comercial Le Meridiem). Esa noche cuando sonó el himno de Barranquilla nosotros permanecimos sentados pero en actitud respetuosa. Don Elías estaba ahí y lo notó. Tiempo después nos encontramos en el ascensor del Centro Cívico y me preguntó bastante molesto: “¿Oiga jovencito, usted por qué aquella noche no se puso de pie cuando sonó el Himno de Barranquilla?”. Por las circunstancias y el lugar, dentro de un elevador, solamente le dijimos que por nuestras convicciones religiosas no saludábamos ni himnos ni banderas, por eso permanecimos sentados. Me parece verlo agarrándose el nudo de la corbata y gritarme casi en la cara con desprecio: “¡Apátrida!”. Seguidamente, cada quien siguió su camino.
El himno
Desde 1966 el Junior comenzó a jugar en el estadio Municipal; una vez rebautizado como el Romelio Martínez, don Elías iba todos los domingos a entonar el Himno de Barranquilla y bandera en mano caminaba la cancha mientras que por los altavoces sonaban las notas compuestas por el músico panameño Simón Urbina y letra de Amira de la Rosa.
Ya septuagenario continuó yendo el estadio Metropolitano Roberto Meléndez hasta donde sus energías le permitieron. Luego, al quedarse sin el vigor juvenil no volvió más.
Su canción
El 6 de abril de 1974 se inauguró el primer Puente Pumarejo, reemplazado por el actual desde el 20 de diciembre de 2019.
El primer puente desató una euforia en la ciudad, hasta el punto que le dedicaron dos canciones: Puente Pumarejo y Hola Puente, y dos alusiones, una de la Billo´s Caracas Boys en Pa´Barranquilla me voy, y otra. de Oscar de León con la Dimensión Latina en Barranquilla Barranquilla.
Puente Pumarejo, de Marco Aurelio Álvarez, fue interpretada por Víctor Piñero con Los Melódicos y Hola Puente, de la autoría del “Hombré Cívico de Barranquilla”, Elías Chegwin Mier, la grabó el combo internacional de Nelson Henríquez y La Cumbia Soledeña del maestro, Efraín Mejía Donado.
Lo cierto es que ambas versiones salieron en un 45 r.p.m. y 51 años después para los coleccionistas son “caramelos trabajosos” de conseguir.
Barranquilla y Tampa, Ciudades Hermanas
En Hola Puente se advierte la impronta de Chegwin en la frase “hola puente y por Tampa nuestra ciudad hermana”; un logro suyo en la década del 70 gracias a sus buenos contactos en La Florida. Tampa es una de las siete ciudades hermanas que tiene Barranquilla.
El 12 de abril de 1966, mediante el Decreto # 172 firmado por el alcalde Saúl Pertuz Jimeno, la Alcaldía Municipal “acoge a la ciudad de Tampa, Florida, Estados Unidos, como ciudad hermana de Barranquilla, para intensificar aún más los vínculos de amistad entre las dos urbes”.
Don Elías Chegwin, el hombre cívico de Barranquilla, apoyó la iniciativa e integró un grupo de ciudadanos que conformó el comité de enlace con la nueva ciudad hermana
La última vez que lo vimos en vida fue a finales de los 90. Ya había fallecido su esposa, y su hijo Jorge, comerciante de autos usados, había muerto trágicamente en el departamento de Córdoba. Ese día llegó de guayabera blanca al edificio Cosmos a las oficinas de Noticias Ya; su caminar era cansino, su apariencia descuidada y fue expresamente a contarnos que vivía unos días muy tristes. Oswaldo Sampayo puede dar fe de esto.
Elías Chegwin falleció en esta ciudad el 30 de enero de 2001 a tres meses de cumplir 90 años. Por lo que el propio dirigente cívico contaba, fue el primer colombiano en jugar en un quinteto universitario de básquetbol en los Estados Unidos, en 1938, en la U. de Huron, Dakota del Sur, donde estudió sociología. Cada año cuando llega el Día de Barranquilla, lo recordamos porque él mismo decía: “Por 10 días no nací un 7 de abril”.