Julio Gerlein Comelín, semblanza de un dirigente único

0
8
Julio Gerlein Comelín (Barranquilla, 7 de septiembre de 1902- Lausanne, Suiza, 18 de octubre de 1986).
Con esta crónica no pretendemos abarcar toda la vida pública de uno de los dirigentes más destacados que tuvo Barranquilla en gran parte del Siglo XX.
Como un rompecabezas trataremos de cuadrar las piezas de los recuerdos para hacer una aproximación a los algunos de los cargos que desempeñó a lo largo de 60 años.
Cuando empezamos a ejercer el periodismo en 1974 uno de nuestros entrevistados favoritos era Julio Gerlein Comelín, un ñero a carta cabal, francote y sin poses, quien ocupaba la gerencia de la Zona Franca Industrial y Comercial de Barranquilla desde su apertura el  5 de octubre de 1964.
Vivía orgulloso del puerto libre que hace 50 años generaba 6.000 empleos directos y tenía industrias emblemáticas como Distral.
Lo conocimos y tratamos de cerca. Don Julio había nacido en la vieja Arenosa el 7 de septiembre de 1902 y murió en Lausanna, Suiza, el 18 de octubre de 1986, en misión oficial del COI prepratoria para los Juegos Olímpicos de Seúl 88.
En una prolija entrevista que nos concedió hace 41 años en su casa del boulevard Central del barrio El Prado, nos regaló una corbata de seda. Ese día nos dijo que su apellido era de origen holandés y se pronunciaba “Guerlein”.
Bachiller del colegio Biffi la Salle. Su padre lo envió a a estudiar a los Estados Unidos a la Academia Militar de West Point, de donde regresó en 1926 para ser el primer director de la oficina de tránsito municipal, cuando a las licencias de conducción o pases les decían patente.
Era hijo del comerciante Julio E. Gerlein Guell, propietario del almacén La Fe y Amira Comelín, la primera presidenta del Carnaval de Barranquilla en 1899.
De su señora madre nos comentó que siendo niño una vez ella enfermó cuando vivían en la calle 30, “y el médico le recomendó cambio de clima…cambio de clima fue que nos subimos a vivir al barrio Delicias donde soplaban las brisas más frías”.
Julio E. Gerlein Güell.
Se casó 15 de diciembre de 1934 con Mercedes Recio Echeverría y no tuvieron hijos. Por eso decía que “Barranquilla es mi hija mayor y Mercita mi hija mejor”.
En 1934 obtuvo para Barranquilla la sede de las III Olimpíadas Nacionales llamados hoy Juegos Nacionales, que se celebraron en 1935.
Previamente, el 20 de diciembre de 1934 fue inaugurado el estadio Municipal, con aforo inicial de 10.000 espectadores construido por las Empresas Públicas Municipales que gerenciaba Mr. Samuel Hollopeter desde 1925.
En 1936 fue el primer presidente del Comité Olímpico Colombiano (COC) y hasta su muerte el represente del país ante el Comité Olímpico Internacional (COI).
Su tía Clara Gerlein Güell, se casó con Mr. William Ladd, prestante empresario y urbanizador norteamericano que construyó el barrio Boston en honor a su tierra, Boston, Massachusetts.
En 1929, la firma Gerlein y Ladd urbanizaron 56 hectáreas en el sector que comercialmente se conoció como Barranquillita en la isleta de La Loma.
Roberto Gerlein Echevería, sobrino de don Julio, fallecido el 23 de diciembre de 2021, reveló en  una rueda de prensa que “la isleta de Loma era un relleno que se hizo con parte de los equipos utilizados en la construcción del Canal de Panamá”.
Julio Gerlein tenía un hermano, Enrique Lorenzo, dos años menor que él. Julio vivía a la izquierda de Gases del Caribe y inmueble que colindaba por el patio con la casa de la familia Gerlein Echeverría, adquirida muchos años después por la misma empresa.
A finales de los 70 don Enrique iba mensualmente a RCN donde trabajábamos, a cobrar sus dividendos como accionista de Coltejar, ya que allí funcionaban también las oficinas financieras de la textilería en la ciudad. La secretaria se llamaba Janeth Beltrán.
Tras el fallecimiento de los esposos Gerlein Recio su casa fue adquirida por la empresa Mundo Gas.
Muchas anécdotas
En lo deportivo Julio Gerlein fue un defensor férreo del olimpismo y en general del deporte amateur.
También, fue presidente de la Cruz Roja Colombiana Seccional Atlántico y miembro del Rotary Internacional.
Retomando a nuestros inicios en el periodismo, en diciembre de 1975 con el colega Ricardo Díaz de la Rosa, fallecido el 27 de julio de 2024, hicimos un especial de fin de año en Radiosucesos RCN Atlántico que titulamos: “Barranquilla año 2000”.
Fuimos hasta la Zona Franca a hacerle la pregunta a don Julio y su respuesta fue: “Ojala pudiera estar vivo en ese año” y luego delineó sus sueños sobre cómo se imaginaba a Barranquilla 25 años adelante.
Era casi el mediodía y cuando terminamos me dice: “Acompáñame a recorrer los patios”. Subimos a su carro color negro manejado por su eterno chofer, Vinicio. De pronto ve a un jardinero recogiendo su machete, azadón y tijeras. Detiene el vehículo y le pregunta: “Ajá y tú qué? Este le responde: “Don Julio, faltan cinco minutos para las doce”. Y le sale con esta: “No señor, siga trabajando que en cinco minutos se echa un polvo”.
LA ANECDOTA DEL KREMLIM
El 3 de junio de 1962 en Arica, Chile, Colombia igualó a 4 goles con la Selección de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), tras una remontada histórica de 4 a 1 en el Mundial que finalmente ganó Brasil.
El acrónimo de URSS en ruso es CCCP o “Союз Советских Социалистических Республик”, que en Colombia un medio nacional aprovechó para titular genialmente: Con Colombia Casi Perdemos.
De ese recuerdo vivió el país por casi 30 años, hasta que en la Copa Mundo de Italia 90 Freddy Rincón anota su gol histórico ante Alemania.
Sigue vigente como único antecedente en 95 años de Mundiales el gol olímpico que le marcó el barranquillero, Marcos Coll Tesillo, a la “araña negra” Lev Yashin, para muchos, el mejor portero de la historia, quien jugó en el Municipal con su equipo el Dínamo de Moscú ante el Junior de Barranquilla.
Ese 3 de junio de 1962, mientras Colombia protagonizaba su gesta en Arica, en Moscú había una reunión del Comité Olímpico Internacional, preparatoria para los siguientes Juegos en Tokio 64 y don Julio era el representante del país.
Allí estaba en el Kremlin este barranquillero incomparable, irrepetible, que le hablaba fuerte a los cachacos allá mismo en Bogotá, sin pelos en la lengua cuando le tocaba defender los intereses de Barranquilla y de su Zona Franca, de la cual era su estandarte desde que se promulgó la Ley 105 el 11 de diciembre de 1958. Recordamos  que su eterna secretaria se llamaba Alicia.
Se asegura que Julito, como le gustaba que lo llamaran, más que don Julio o doctor Gerlein, cuando salía del despacho del Ministro de Desarrollo se retiraba de espaldas a la puerta, con su maletín empuñado con las dos manos hasta llegar al ascensor, “para que después no me hagan pistola por detrás porque son así”.
Julio Gerlein fue desde el 3 de julio de 1936, cuando se creó, hasta su muerte el 18 de octubre de 1986 en Lausanne, Suiza, el representante del COC ante el COI que presidía en ese momento el español Juan Antonio Samaranch.
Una vez nos confesó “Este es un honor que cuesta”. Se pagaba de su propio pecunio los viajes y estadías internacionales.
Pues bien, al terminar el partido en Chile, el representante de Venezuela ante el COI le dice: “Julito, ¿ya te enteraste?”. Y le pregunta: ¿Te enteraste de qué? y le agrega: “Lo de Colombia”. Enseguida exclama: “Ñerda, ¿qué pasó en Colombia?”. Y finalmente le dice: “Que empató 4 a 4 con Rusia”.
Gerlein corrió hasta donde Nikita Kruschov, primer secretario del partido comunista de la Unión Soviética y el hombre más poderoso de su país en esa época.
Al tenerlo cara a cara le dice: “Ahí tienes marica, 4 a 4 a pa’ que respeten”. El venezolano que no se le despegaba, estupefacto le dijo: “Julito estás loco, cálmate, ¿que tal que aquí alguien hable español? te mandan para Siberia”.
Esta anécdota nos la comentó personalmente Julio Gerlein Comelín en 1984.
“NO ME PAVIMENTES MEDIOPASO” 
Pues bien, esta historia de la vida real también nos la refirió el mismo día y es muy rápida.
Don Julio Fue alcalde de Barranquilla en 1953. Como tal amplió la carrera 44 (antiguo callejón de El Cuartel) desde el paseo de Bolívar (calle 34) hasta la calle 72.
Por cierto, nos comentó que en la esquina en San Blas (calle 35) con Cuartel (carrera 44), había un pequeño hotel cuyo propietario era un cachaco que se puso pesado y el Municipio para poder ampliar la vía tuvo que expropiarlo.
También, amplió la carrera 38 (antiguo callejón de Igualdad o avenida de Los Estudiantes) desde Barranquillita hasta el barrio Delicias.
Significa que a estas arterias que cruzan toda la ciudad no se le hacen mejoras significativas desde hace 70 años.
Llama la atención que la enciclopedia virtual Wikipedia, que lleva un riguroso listado de todos los gobernadores del Atlántico y alcaldes de Barranquilla, omita el nombre y año en que Gerlein Comelín ocupó el primer cargo municipal en el 53.
Mejor reconocimiento le hizo el Ayuntamiento de Barcelona (España) por su apoyo a la candidatura para la XXV Olimpiada de 1992.
Es más, le dedica una pequeña biografía destacando que “Julio Gerlein Comelín fue un empresario colombiano, uno de los promotores del Comité Olímpico Colombiano, siendo posteriormente dirigente de esa entidad. Bajo su liderazgo, Barranquilla, entonces pujante capital deportiva de Colombia y primer puerto sobre el Caribe, fue la sede del segundo certamen múltiple en territorio nacional, los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1946. La popularidad de Julio Gerlein Comelín, creció por la creación de semanas cívicas, la organización de brigadas de salud y la celebración de eventos deportivos. En 1953 fue escogido alcalde de Barranquilla, cargo desde el que impulsó el desarrollo global de la ciudad”.
La anécdota de “Medio paso”
El primero de enero de 1953 luego de posesionarse ante el Teniente Coronel Jacinto E. Márquez, gobernador asignado por la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, su secretaria privada se presenta al despacho para decirle: “Don Julio, afuera está….y le agradece si lo puede recibir”.
Don Julio nos dijo que se trataba de un hombre muy importante e influyente de Barranquilla.
“Dile que siga”. Se saludaron muy efusivamente y le pregunta: “¿Y esa vaina, en qué te puedo servir?”.
El ciudadano cuyo nombre nunca nos reveló Gerlein, le expresó: “Julito, vengo a pedirte un sólo favor y es la única vez que te voy a molestar mientras estés en la alcaldía”. “Cuéntame”, agregó.
Ya no pudo aguantar más y le suelta su petición: “Por favor, no me vayas a pavimentar Medio paso”.
[Medio paso es la calle 53B, una vía que nace en la Catedral en la carrera 46 y muere en la carrera 50 o callejón de la Aduana, donde por 40 años ha estado El Heraldo].
“¡Eche! ¿y esa vaina por qué?”, le preguntó intrigado el recién estrenado alcalde.
El prohombre ya desabrochado termina: “Es que en esa calle yo tengo un vacilón y si tú la pavimentas toda Barranquilla se va a enterar”.
Y así ocurrió, Medio paso fue por décadas una olvida calle de arena, como en aquella mañana de enero del 53 y nadie se enteró de ese amor prohibido.
Trajo el primer semáforo
El primer semáforo se instaló en la Avenida 20 de Julio, el 4 de marzo de 1929. Julio Gerlein Comelín que venía de estudiar en los Estados Unidos los vio allá y quiso que su tierra fuera la pionera en Colombia. Consiguió una donación y se colocó el primero en 20 de Julio con la calle de Jesús.
Fue llamado faro por su aspecto y estaba en la intersección de la carrera 43 con calle Jesús, hoy mejor conocida como la calle 37. Estaba montado sobre una pequeña rotonda de cemento.
La foto que circula en redes sociales registrando ese momento histórico pertenecía a la dama barranquillera Rosamerie de Recio. A un costado se aprecia el Club Barranquilla y al fondo en construcción el edificio Eckart, recortado por la ampliación de la carrera 43 en los 50 y convertido en el almacén Tía.
El primer semáforo que se instaló en Barranquilla.
En el acto cívico estuvieron presentes el entonces director de tráfico de Barranquilla, Julio Gerlein Comelín, además de diferentes inspectores de tránsito de Santa Marta y Cartagena.
Cuando pavimentaron la primera vía
En 1930 la carrera 45 fue la primera vía pavimentada de Barranquilla con cemento importado de Dinamarca.
Esa vía tuvo varios nombres durante el Siglo XX: inicialmente Callejón del Porvenir, Callejón de El Líbano y Avenida de la República. Fue pavimentada por las Empresas Públicas Municipales que atendía los frentes del acueducto aseo, alcantarillado, mercados, matadero y arborización, entre otros.
El inolvidable Julito Gerlein Comelín, en la misma entrevista del 84 nos contó que fue un acontecimiento en una ciudad acostumbrada a ver solo calles de arena.
“Cuando se pavimentó Líbano, los pelaos con carro la convirtieron en una pista de carreras, hasta el punto que la alcaldía tuvo que intervenir y regular la velocidad porque los choferes comenzaron a correr por las nuevas calles todo lo que podían”.
Con Julio Gerlein Barranquilla no hubiera perdido los Panamericanos
Finalmente, hace un año, el 3 de enero de 2024, la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports) despojó a Barranquilla como sede de los Juegos Panamericanos de 2027 por incumplimiento de obligaciones, un trago amargo que nadie esperaba tomarse.
A un Julio Gerlein Comelín (el primer presidente del Comité Olímpico Colombiano en 1936 y representante del COC ante el Comité Olímpico Internacional, COI, desde 1952 hasta el último día de su vida en 1986) no le hubieran hecho nunca semejante “patuleca”.
Un dirigente deportivo de los que ya no se ven y a quien no le temblaba la voz cuando se trataba de defender los intereses de su tierra, no hubiera permitido que Barranquilla pasara por tamaña vergüenza internacional.
Julito hubiera estado con el garabato en la mano apurando del Presidente Petro hacia abajo, para que el Gobierno cumpliera su compromiso con Panam Sports, pero principalmente con Barranquilla, que tenía casi todos sus escenarios construidos y cuidados desde los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018 y adecuando el Bosque Urbano de Miramar con su pista de Ciclomontañismo.