Estudio arroja nuevas luces sobre el nacimiento del río Magdalena y su huella en el mar Caribe

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Imagen del río Magdalena.

El nacimiento de los grandes ríos colombianos como los conocemos hoy es uno de los capítulos cruciales en la historia geológica del norte de los Andes.

Un nuevo estudio, liderado por los investigadores Camilo Montes, profesor de Geología de la Universidad del Norte, y Germán Bayona, de la Corporación Geológica Ares, arroja luces sobre este interrogante que sigue siendo de interés científico para entender los cambios ambientales ocurridos en la historia de los territorios.

Los hallazgos fueron publicados este lunes en el volumen 553 de las Special Publications de la Geological Society of London (la sociedad geológica más antigua del mundo).

El artículo The Central American Seaway: Do Magdalena Flocs Mimic Deep Water Neodymium? examina cómo el nacimiento de los ríos Atrato, Magdalena y Cauca han dejado huellas químicas inconfundibles en el fondo del mar Caribe.

El nacimiento de un río y su impacto en el Caribe

El estudio revela que hace aproximadamente 15 millones de años el cierre del Istmo de Panamá (que cerró la conexión entre el océano Atlántico y el Pacífico) marcó el nacimiento del río Atrato, que comenzó a llevar grandes cantidades de agua y sedimentos hacia el mar Caribe.

Este proceso modificó las características químicas de las aguas profundas del Caribe, al aportar neodimio radiogénico (εNd +5,5) desde las formaciones geológicas de los Andes Occidentales y del mismo Istmo de Panamá.

De acuerdo con el profesor Montes, un evento aún más significativo ocurrió cuatro millones de años después del cierre del istmo (hace 11 millones de años), cuando el joven río Magdalena, con sus aguas cargadas de sedimentos derivados de las montañas de los Andes Orientales, irrumpió en el mar Caribe.

Una historia geológica que resuena hoy

La investigación no solo documenta el nacimiento y desarrollo de algunos de los ríos más emblemáticos de Colombia, también redefine cómo entendemos la interacción entre los ríos y los océanos.

Los resultados son clave para reconstruir la paleogeografía de la región y comprender mejor cómo estos cambios geológicos siguen influyendo en el medio ambiente actual.

Su valor científico recae en sus aportes para comprender los procesos que han dado forma al paisaje y las aguas del norte de los Andes y del sur del Caribe.

Proporciona información valiosa tanto para geólogos como para el público general interesado en la historia natural de nuestro planeta.

Fuente: Universidad del Norte