La nueva donación por parte de Tita Cepeda, su esposa, consiste en dos cámaras cinematográficas de 16 y 35 milímetros que fueron utilizadas por Cepeda en sus proyectos audiovisuales, a finales de los años 60 y comienzos de los 70.
La Universidad del Norte recibió un nuevo y valioso aporte al legado de Álvaro Cepeda Samudio.
Teresa Manotas de Cepeda, conocida como Tita, viuda del destacado escritor y periodista del Caribe colombiano, donó dos cámaras cinematográficas que formaron parte del equipo de Cepeda utilizadas para sus proyectos audiovisuales.
Esta donación se suma a la extensa colección de libros que en 2021 también donó Tita Cepeda a la Biblioteca Karl C. Parrish Jr., reforzando así el legado de Cepeda en la institución y brindando a las nuevas generaciones un acceso privilegiado a su obra.
Después de su fallecimiento en 1972, gran parte del patrimonio de Álvaro Cepeda Samudio, incluido su extenso acervo literario, quedó en manos de su familia.
Sin embargo, Tita decidió que esta herencia debía ser compartida con el público e hizo la donación a la universidad.
Este material, que incluye 1645 títulos y 1812 ejemplares, forma parte de las Colecciones Especiales de la biblioteca.
La nueva donación (dos cámaras cinematográficas de 16 y 35 milímetros), cobra especial relevancia por su uso en los proyectos audiovisuales que Cepeda realizó a finales de la década de 1960 y comienzos de la de 1970.
Estas cámaras, una Bolex de 16 mm y una Bell de 35 mm, se presumen fueron utilizadas por el cineasta en la filmación de noticiarios del Caribe, cortometrajes documentales y películas institucionales, entre las que se destacan El Noticiario del Caribe y La subienda del Magdalena, este último un documental de enorme valor estético y cultural.
Cepeda Samudio, conocido por su participación en el movimiento de La Cueva junto a figuras como Gabriel García Márquez, Enrique Grau y Luis Vicens, fue pionero en el cine experimental colombiano con la realización del cortometraje La langosta azul en 1954, un proyecto vanguardista que marcó un antes y un después en la cinematografía nacional.
