“Íbamos a subirnos a la tarima para un toque que teníamos en Cartagena, cuando Gabriel Segura nos dijo que él primero cantaría una décima y que después empezáramos con el tema Santo Parrandero. El recibimiento del público, después de esa décima, fue grandísimo y desde allí Santo Parrandero, con los versos de Segura, se convirtió en todo un himno”:
Esta era una de las famosas anécdotas que Lazaro Rada, a sus setenta y tres años y con los ojos llenos de felices reminiscencias, solía contar.
Lázaro y la Cumbia Soledeña
Lázaro Rada, el hombre que se marchó ayer, fue uno de los últimos baluartes de la inolvidable y original Cumbia Soledeña, la mítica agrupación musical que enalteció al folclor de la región Caribe y recorrió el mundo dando a conocer la cumbia y el nombre de Soledad.
Como muchísimos soledeños por adopción, Lazaro Segundo Rada Rivera, nació en Santa Marta el 7 de diciembre de 1950 y sus abuelos lo trajeron a Soledad a los dos años .
Pronto su talento musical se hizo evidente mientras su familia y la de Alejandro Barceló, hacían amistad.
Alejandro era el heredero de Desidero Barceló, fundador de la Cumbia Soledeña, la primera, la vieja, la histórica.
De modo que el ingreso de Lázaro a la legendaria agrupación estaba marcado por un destino artístico al son del guache, el llamador, el tambor de ceiba bruja y la flauta de millo.
Lázaro Rada, además de músico, fue un notable compositor que en 1965 fundó la «Cumbia Juvenil de Soledad», junto a los maestros Fernando Rosales (q.e.p.d.) y Pedro Beltrán, hoy en la cumbre de sus 94 años.
Lázaro Segundo fue y será por siempre un juglar de la cumbia, una referencia musical para los estudiosos del folclor colombiano y su partida deja un vacío inconmensurable en el municipio.
En nombre de todos los soledeños, la alcaldesa Alcira Sandoval Ibáñez agradeció “su aporte a la cultura de la ciudad y a la construcción de un patrimonio del que siempre se sentirán orgullosos sus conciudadanos”.
De esta manera, la alcaldía de Soledad lamentó profundamente su partida y extendió sus condolencias a sus familiares y amigos, rindiéndole un merecido tributo a un insigne soledeño que deja una gran huella en el bien hacer de la ciudad.
Fuente: Alcaldía de Soledad
