Leontxo García lleva toda una vida en el ajedrez: primero como jugador y luego como periodista especializado en el llamado “deporte ciencia”.
Hoy promueve el ajedrez como herramienta educativa y recorre América Latina convencido de que su práctica es el mejor gimnasio mental para retrasar el envejecimiento cerebral.
Su labor está encaminada a convencer a la sociedad de que el ajedrez no es solamente un juego o un deporte, sino que es una herramienta educativa que está avalada por estudios científicos y experiencias internacionales que concluyen sobre la mayor capacidad en matemáticas y comprensión lectora de los niños, con quienes se emplea el ajedrez de esta forma.
El llamado “gurú mundial del ajedrez” visitó por tercera vez el departamento del Atlántico para conocer los avances de la implementación de esa estrategia, con profesores y estudiantes de las instituciones educativas de esta zona de Colombia.
¿Se debe empezar a jugar ajedrez desde la niñez para tener un buen nivel o este se puede conseguir siendo adultos?
“Para empezar a jugar como pasatiempo sirve cualquier edad, desde los 3 hasta los 103 años. Ahora bien, si hablamos de un ajedrez más deportivo dirigido hacia la alta competición no tiene mucho sentido empezar antes de los 5 o 6 años como muy temprano, porque es cuando se forma la inteligencia abstracta.
Entonces el 90 por ciento por ciento de las maestras de preescolar y lo digo en femenino porque la gran mayoría de las docentes en esa etapa son mujeres, que han utilizado el ajedrez como herramienta educativa con esos niños están muy satisfechas.
No estoy hablando de que niños de dos o tres años pueden jugar partidas de ajedrez, sino de mezclar el ajedrez con la música y con la danza en un tablero gigante de suelo, entonces de ese modo se pueden trabajar objetivos pedagógicos esenciales en esta etapa educativa.
Voy a mencionarle unos cuantos, como seriación, clasificación, lateralidad, psicomotricidad, memoria, atención, concentración diagonal, horizontal, vertical, respeto por las normas, respeto por el compañero, control del primer impulso y todo eso se trabaja bajo el lema general de aprender jugando y jugar aprendiendo, que es un principio básico de la educación sobre todo en niños más pequeños”.
¿Por qué está usted haciendo esa promoción del ajedrez educativo en
los países de América Latina?
“Bueno, en Latinoamérica en general hay varios territorios, en algún caso un país entero como puede ser Uruguay que está en la vanguardia mundial del ajedrez como herramienta educativa.
En Colombia hay que destacar a una persona concreta como Adriana Salazar de Bogotá, quien desde hace más de un cuarto de siglo está aplicando al ajedrez las teorías de educación innovadora de la Universidad de Harvard y ella es una referente mundial en cuanto al ajedrez preescolar de niños de 3 a 6 años.
Al departamento del Atlántico este es mi tercer viaje, en el primero fue una toma de contacto y el gobierno estaba interesado en promover el ajedrez como herramienta educativa y el segundo fue más concreto y eficaz, vine con mis compañeras profesionales Adriana Salazar y Lorena García, que probablemente es la mayor experta del mundo en ajedrez e inteligencia emocional, que es un campo transversal a todas las materias de la educación, y dimos un taller de 12 horas a una cincuentena de maestros de escuela para
empezar una experiencia piloto con ellos.
Y el viaje más placentero de los tres es este tercero porque he tenido dos experiencias que sinceramente me han emocionado y he tenido casi contenerme para no llorar ante todo el mundo, porque era verdaderamente emocionante escuchar a unos 20 maestros de escuela como en una reunión me fueron contando lo que han hecho en 9 meses, cada uno como ha aplicado el ajedrez de forma transversal o interdisciplinar algunos en clases de inglés,
otros en clases de matemáticas, otros en clases de historia universal, o con tecnología o con educación física, de muchas maneras distintas.