En cuatro años los barranquilleros verán la nueva fachada y estructura del Teatro Amira de la Rosa, inaugurado en 1982 y cerrado definitivamente por el Banco de las República en 2016 “por un inminente riesgo para los trabajadores y público del recinto”.
En 2018 la Sociedad de Mejoras Públicas, propietaria del terreno, lo cedió al banco emisor comenzando la primera fase del estudio de los diseños de intervención que tardó dos años.
Culminó el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) con los diseños que se desarrollarán en cuatro fases, de las cuales ya terminó la primera y la obra en sí será última.
El nuevo Amira será más que un teatro porque el Banco de la República quiere convertirlo en un Centro Cultural que albergue los servicios culturales que ofrece la entidad.
Lo rodeará una zona verde con plaza cultural y auditorio exterior.
La fachada cambiará cuando se descubran los ventanales elaborados en vitrales, que por más de 40 años han cubierto su exterior y en 2027 recobrará su diseño original.
El proyecto aún se encuentra las fases de diseño que deben culminar a más tardar en 2024, incluido el licenciamiento y contratación de la obra.
El propósito es ejecutar los trabajos entre 2026 y 2027 y entregarlo ese año, según aseguró Mario Torres del departamento de infraestructura del Banco de la República.
En lo que respecta al Teatro Amira de la Rosa, la sala principal tiene capacidad para 492 espectadores (423 en platea y 34 en balcón); 949 palcos y 15 camerinos y el telón de boca “Se va el caimán” diseñado por el maestro Alejandro Obregón.
Fuente: Banco de la República, Publimetro y radiónica
