Hoy 9 de junio, Día Internacional de los Archivos, deseamos dedicarle unas lineas al más abnegado funcionario del Archivo Histórico del Atlántico, donde se preserva la memoria del Departamento.
En las propias páginas digitales disponibles en la red, Elkin narra que desde hace 26 años se resguardan en lo que fuera la bóveda de la Aduana, el Archivo Histórico del Atlántico, recoveco que testimonia con documentos de compra venta de esclavos, un fondo notarial desde 1915, hasta periódicos de distintas épocas.
“Tenemos el Fondo de prensa, rescate, compra, donaciones, y de periodismo, desde 1974 hasta el día de hoy”, revela Elkin Alberto Núñez Cabarcas, coordinador de procesos tecnicos del Archivo Histórico del Atlántico.
Entre esos anaqueles, se encuentran los libros con las páginas del periódico El Heraldo de la década de los 50 y 60, ejemplares en los que la pluma de Gabriel García Márquez dejó su impronta.
Ejemplares de El Heraldo de 1955, 1956 y 1962, cuando hizo parte del equipo de redacción”, contó Núñez.
Acervo que ha servido para documentar investigaciones alrededor del gran representante del realismo mágico y su paso por Barranquilla.
“Era uno de los reporteros que estaba al píe del cañón, como decía, a la hora precisa y en el momento indicado, este periódico fue la base fundamental de las peripecias del Gabo, aquí en Barranquilla”, comentó Elkin Núñez.
Un proyecto en puerta del Archivo y el Ministerio de Cultura son las rutas en torno a los viernes culturales que trazaron personajes como el propio Gabo.
La partida de defunción de mi abuelo materno
Hace más de 20 años me puse en la tarea de recabar las partidas de bautismo, matrimonio y defunción de mi árbol genealógico materno, el apellido Domínguez.
Quería rescatar la de mi abuelo, Álvaro Domínguez Egea. Me se memoria su fecha de defunción: marzo 1 de 1939.
Me fui al Cementerio Universal, fundado en 1870, y construido por la Sociedad Hermanos de la Caridad.
Al hacer las primeras indagaciones, me dijeron que todas esas partidas de defunción habían sido trasladadas a la Biblioteca Piloto del Caribe.
Para allá seguí a la Vía 40. Inmediatamente me recibió con una enorme hospitalidad y trato cordial, Elkin Núñez, protegido con una bata blanca, parecía un médico.
Al explicarle a qué iba, al instante ubicó un tomo inmenso con las defunciones de 1939, año en que estalló la Segunda Guerra Mundial.
Al mismo tiempo me sugirió que buscara una latica de Vick vaporub y me untara en las fosas nasales, ya que iba a manosear documentos guardados por 70 años, acumulando polvo y virus, sin ninguna duda.
Así lo hice y comencé exultante a pasar las páginas de marzo del 39. Curiosamente comenzaba por el 7 de marzo y no por el primero.
Elkin me dijo, sigue pasando porque a veces se devuelven y así resultó. De pronto tengo en mis manos todos los documentos de los fallecidos el 1 de marzo y entre esas estaba la de mi abuelo.
Me sentí como un arqueólogo encontrando la tumba de un Faraón en Egipto. Ahí frente a mis ojos tenía lo que estaba buscando, tal cual como se archivó 7 décadas atrás.
Textualmente dice: “República de Colombia, Departamento del Atlántico, Municipio de Barranquilla, Dirección General de Estadística Municipal, Cementerio Municipal, Boletín No. 384”, y tiene fecha de marzo 2 de 1939.
El documento es manuscrito, con una caligrafía impecable y evidentemente con hecho pluma fuente.
Elkin lo fotocopió y en la parte posterior le colocó este sello. “Es fiel copia fotostática de su original que reposa en el Archivo Histórico del Atlántico”.
Es uno de los documentos que mas cuido y aprecio de todos los que atesoro en mi archivo privado y rescatado gracias a Elkin Núñez Cabarcas.
Tomado parcialmente del Archivo Histórico del Atlántico