POR: JAIME RUEDA DOMINGUEZ
El teniente coronel, Gustavo Rojas Pinilla (Tunja, marzo 12 de 1900 – Bogotá, enero 17 de 1975), encabezó el segundo gobierno militar en Colombia durante el siglo XX.
Le dio golpe de Estado al presidente Laureano Gómez, y ocupó de facto la presidencia, del 13 de junio de 1953 al 10 de mayo de 1957.
Durante su mandato de casi 4 años, se preocupó por la vivienda popular, la casa campesina, el seguro campesino y la bolsa de empleos.
En 1954 inauguró la Televisora Nacional y en el mismo año estableció el derecho al voto para la mujer; creó el DANE, construyó los puentes de la 26 en Bogotá, terminó la construcción de Acerías Paz del Río e hizo el Hotel Tequendama.
Creó el Observatorio Astronómico, los bancos Ganadero y Cafetero, y la Industria Militar (Indumil). Además, impulsó en Bogotá la creación del CAN (Centro Administrativo Nacional).
Pero también, coartó la libertad de expresión, controló los medios de comunicación, cerró periódicos, entre estos, El Tiempo, que temporalmente circuló con el nombre de “Intermedio”. Había un censor de la dictadura que decidía qué se publicaba o no. Persiguió a la iglesia protestante y fue laxo ante el uso irresponsable de la dinamita.
Hasta que un paro cívico ordenado por la clase empresarial y política, y con decidida participación estudiantil, lo obligó a renunciar el 10 de mayo de 1957.
HISTORIA DEL BARRIO SIMON BOLIVAR
“En 1956, mediante el Decreto 151 del 31 de julio y cuando el país estaba bajo el mandato de Rojas, surgió la idea de construir un barrio en Barranquilla, que nace del proyecto de “rehabilitación socioeconómica” para los habitantes de la denominada Zona Negra (sector de Rebolo).
Se logró a través de un contrato entre la Nación, el departamento del Atlántico y el Instituto de Crédito Territorial (ICT) o Inscredial.
El 24 de julio de 1958, 175 años después del natalicio de El Libertador, lo inauguraron y el alcalde de Barranquilla, Rodrigo Carbonell, decidió darle el nombre del Padre de la Patria: Simón Bolívar”. (Tomado del diario El Heraldo).
LAS VIVIENDAS OBRERAS
En 1974, y una vez se inaugura el puente Pumarejo, el 6 de abril, se formó espontáneamente la invasión de La Chinita. Hasta ese año, Simón Bolívar era el primer barrio que daba la bienvenida a Barranquilla viniendo de Ciénaga por la troncal del Caribe.
Cuando uno recorre los 1.600 metros del parque lineal más grande de la ciudad (el bulevar de Simón Bolívar), antigua pista del aeropuerto de LANSA o aeropuerto de Las Nieves, un buen observador percibe que en medio de este populoso sector, hay unas viviendas de exótica arquitectura que contrastan con el resto del vecindario, en estructura, diseño y color.
Es lo más representativo del barrio, el bulevar de la calle 19, desde la carrera 1B hasta la glorieta que lleva a la calle 17.
A no ser porque algún viejo barranquillero o residente del sector, cuente la historia, difícilmente uno puede imaginarse que allí queden unas casas de madera importada construidas en la década del cincuenta.
Han transcurrido tres generaciones y aún permanecen en “Simón”, raizales que se niegan a mudarse a otros sectores, y menos, a abandonar las viviendas que les traen gratos recuerdos de los comienzos del barrio.
En Simón Bolívar se crió el goleador, Iván René Valenciano; vive mi colega, Fabio Osorio Pineda* y estaba el taller de uno de los más emblemáticos hacedores del Carnaval, Enrique Salcedo, Rey Momo 1995, fallecido en 2000.
Barrio salsero por excelencia. ¿Acaso hubo algo más icónico que El Ipacarai de “Lucho Ipacaraí”?, por más de 30 años referente obligatorio del barrio Simón Bolívar.
Su dueño falleció tras una penosa enfermedad y los herederos no respondieron al desafío de prolongar el legado de su padre y el estadero cerró. Ahora, allí funciona una súper carnicería.
En los terrenos del antiguo aeropuerto de LANSA (Líneas Aéreas Nacionales S.A.), y durante el mandato de Rojas, el Inscredial ensambló un considerable número de casas prefabricadas, con pino importado de Finlandia, como parte de un proyecto habitacional.
Se les conoció como las “viviendas obreras”; tuvieron un costo de $2.000 y fueron entregadas con refrigerador y estufa. Se pagaban en cuotas mensuales de $25 (veinticinco pesos).
Los materiales formaron parte de un trueque por café entre el gobierno colombiano y el escandinavo.
La madera de excelente calidad, venía recubierta con una tela que las protegía en caso de incendio y ha perdurado por más de 60 años, porque estaba curada contra toda clase de plagas y garantizada de por vida.
Aporte de Kelly Sierra Villamil
Kelly Sierra Villamil es conocida en las redes sociales por su aporte valioso refrescando la memoria histórica de Barranquilla, principalmente.
Kelly compartió en Facebook un recorte de la noticia publicada el 31 de diciembre de 1955, en el desaparecido diario La Prensa, titulado: “1.600 casas prefabricadas llegarán a Barranquilla el día 15 de enero. 14 han construido en Lansa”.
El valioso testimonio dice que “por la vía marítima comenzarán a llegar a Barranquilla numerosos cargamentos de casas prefabricadas construidas en Finlandia.
De acuerdo con datos obtenidos ayer, a más tardar el 15 de Enero del año entrante (1956) estará en nuestra ciudad el lote de 1.600 casas pedidas por el Instituto de Crédito Territorial para la Urbanización Lansa.
En la Urbanización Lansa actualmente hay armadas 14 casas prefabricadas, A principios de la segunda década de enero, el número de casas construidas será de 49.
La demora en estos trabajos se debe, entre otras cosas, a que no han llegado los otros cargamentos de casas.
Una vez estén en Barranquilla, el Instituto de Crédito Territorial cuadruplicará el número de obreros para adelantar cuanto antes los trabajos ya que la rehabilitación de la Zona Negra sólo se iniciará cuando estén mudadas las familias que lo habiten”.
En el Paseo de Bolívar
“El Instituto de Crédito en su afán de hacer una vasta campaña al tipo de vivienda prefabricada, está armando una cómoda casa en el Paseo de Bolívar, con el fin de que el público vaya conociendo de cerca las ventajas de esta vivienda barata y cómoda, que el gobierno de Finlandia garantiza a las familias pobres”.
Otro recorte del diario La Prensa, del 30 de diciembre de 1955, también propiedad de Kelly Sierra Villamil, muestra la casa modelo instalada en el extremo Norte del Paseo Bolívar.
En el pie de grabado se alcanza a leer que “en el Paseo de Bolívar el Instituto de Crédito instaló en el día de ayer una se las casas prefabricadas en Finlandia para la Urbanización Lansa. Esta presentación es con el objeto de que el público conozca el tipo de vivienda”.
Precisamente, hablamos con el colega Fabio Osorio, a quien mencionamos anteriormente, y nos contó que su señor padre “pagó rápidamente en su época su casa, pero viejos vecinos no aprovecharon la ganga y terminaron desalojados. Recuerdo que antes, cuando estaba en el Centro los taxistas decían que “Simón” estaba muy lejos”.
*Tristemente, el colega Fabio Osorio falleció el 15 de septiembre de 2021.
Actualmente, aunque el barrio ya no es 100% residencial, es el punto de llegada de varios desfiles del Carnaval: Rey Momo el Sábado; Reconquista del Sur, el Martes, y Carnaval del Sur Oriente, el jueves antes del Carnaval.
Si hay algún barranquillero de aquella época, que conozca si Rojas Pinilla le tenía un cariño especial al barrio Simón Bolívar, o sabe algo algo más de sus casas de madera, que alargue la historia.
Les dejamos un documento histórico, el Decreto que crea este entrañable barrio barranquillero, firmado por el alcalde Rodrigo Carbonell el 31 de julio de 1957, y un video del diario El Heraldo.
A Decreto creando barrio Simón Bollívar
Jaime Rueda Domínguez