En los últimos 8 años durante las administraciones de Elsa Noguera y Alejandro Char, Barranquilla volvió a mirar al río, luego de cien años de olvido por culpa de una clase empresarial dedicada impunemente a la rapiña de la ribera.
El primer esfuerzo lo hizo la exalcaldesa Elsa Noguera De la Espriella (2012-2015), quien construyó 800 metros en la isla de la Loma, un parqueadero y vías de asfalto debidamente demarcadas con alumbrado.
Las obras tuvieron un costo de 50 mil millones de pesos, incluyendo la vía de acceso al caño de Los Tramposos. Lastimosamente, ese primer tramo hoy está prácticamente olvidado.
Luego, Alejandro Char Chaljub (2016-2019), inició hace tres años la construcción de tres Unidades Funcionales, en una extensión de 5 kilómetros a partir del Centro de Eventos Puerta de Oro, hasta llegar a La Loma a través de dos puentes, uno de ellos abatible.
Hasta el momento se han entregado dos unidades y la tercera debe estar lista en marzo, todas frente al Magdalena.
Ahora, el nuevo alcalde, Jaime Pumarejo Heisn, quien gobernará hasta 2023, quiere que la ciudad le de la cara al mar. Incluso, cerró su campaña en el tajamar occidental de Bocas de Ceniza, exponiendo su proyecto ante la prensa.
Para ello se propone construir el Parque Ecológico Mallorquín y la playa turística Puerto Mocho.
Con anterioridad ya se conocía un proyecto cuyo fin es “organizar el crecimiento de Barranquilla y generar en sus habitantes sentido de pertenencia y apropiación por su ciudad, integrándola al Rio Magdalena.
Esto se lograría por medio del desarrollo de un parque metropolitano a las afueras de la ciudad, en una zona declarada por el POT como zona de reserva “”Ciénaga Mallorquín””. Su ubicación estratégica, limita con el Mar Caribe y con el Rio Magdalena.”
Ciudad biodiversa
En su discurso de posesión el pasado primero de enero en el Gran Malecón del río, Pumarejo dijo que su sueño más grande es descubrir un tesoro que ha estado oculto por décadas:
La Ciénaga de Mallorquín que piensa recuperar devolviéndole la calidad de sus aguas y potenciando su riqueza hídrica.
El mandatario propone preservar su fauna y sus mangles, frenando las invasiones y el desecamiento que ellas provocan.
Igualmente, reubicando a las familias que allí se han asentado ilegalmente.
El alcalde promete mejorar el sistema de alcantarillado de la Cangrejera, en el corregimiento de La Playa, y de Las Flores, generando oportunidades productivas a la comunidad allí asentada.
Así como trajimos la ciudad al río, ahora vamos a traer el mar
Sobre Mallorquín y Puerto Mocho, Pumarejo afirma que muchos barranquileros los han oído nombrar pero no saben dónde quedan, ni tampoco saben que es la playa de Barranquilla que nos integra al Gran Caribe.
Pumarejo Heins quiere habilitarla en los próximos cuatro años, transformándola en un nuevo atractivo turístico de Barranquilla.
El proyecto irá de a mano de la renovación del tren eléctrico que conecta con Bocas de Ceniza, para ofrecerles a los barranquilleros y a los visitantes la posibilidad de apreciar el espectáculo maravilloso de la “cuchillada del río sobre el mar”, como reza el himno de la ciudad.
La Ciénaga es el gran componente del eje de la Barranquilla biodiversa.
Los otros son: un bosque urbano que mitigue la contaminación y los efectos del cambio climático.
La siembra de árboles, y la consolidación del proceso para ser la primera Biodiverciudad del país, aprovechando nuestra cercanía con el Parque Isla de Salamanca y asumiendo el compromiso de proteger esa reserva natural.
Jaime Rueda Domínguez